El talismán celeste de Breogán y Estudiantes en el banquillo

javier ferreiro / x.r.penoucos LUGO .

LUGO

javier ferreiro

El joven técnico no conoce la derrota esta temporada ni en la base ni en la liga profesional

02 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Un bagaje de 17 victorias y ninguna derrota es el inicio de temporada del entrenador lucense Pablo Abuín, 11 de ellas con el Cafés Candelas Breogán y las 6 restantes con el Estudiantes cadete. Un inicio de temporada soñado y que es fruto «de la calidad humana y la gran predisposición que tienen ambos equipos para el trabajo y el esfuerzo diario», según en entrenador lucense.

El idilio de Pablo Abuín y el baloncesto se hizo de rogar. En los tiempos que corren los niños y niñas empiezan en el básquet con cuatro años. Abuín, lo hizo una década después, con 14. «Reconozco que disfruto más como entrenador que como jugador, principalmente porque creo que se me da mejor entrenar que jugar» asegura entre risas.

La carrera como jugador de base apenas duró cuatro años, aunque después continuó jugando alguna temporada en sénior con sus amigos. «la experiencia fue corta, pero desde el primer momento el baloncesto me atrapó». Fue más precoz su inicio como entrenador ya que empezó al terminar la edad júnior. «Estudiantes me ofreció la posibilidad de empezar a entrenar con niños, la acepté y ahí sí que me entró el mono de baloncesto de verdad».

A partir de ahí el trayecto no tuvo pausa hasta llegar a formar parte del cuerpo técnico del Breogán. Antes, el curso pasado, realizó un máster en el Xuven Cambados de Leb Plata. «El entrenador Manu Santos y el Director Deportivo Manu Felpeto, me dieron la oportunidad de poder trabajar con ellos en Xuven y la experiencia fue impresionante.

El equipo hizo una gran temporada, con un grupo impresionante en el que había mucho acento lucense. A nivel personal también fue muy gratificante ya que desde el primer día la sintonía con el entrenador y los jugadores fue muy buena, pero también como entrenador fue un año de mucha experiencia». 

Llamada deseada

Finalizada la pasada temporada, Pablo Abuín, recibió la llamada que todo jugador o entrenador lucense sueña recibir. La del Breogán. «Solo con la posibilidad de que estuviese en los planes del club ya es un orgullo, pero una vez que se concretó, al margen de la responsabilidad, la alegría fue inmensa» reconoce Abuín.

Aterrizado en el Breogán, la realidad supera la ficción de este actor secundario y principal, ya que también se hizo cargo del equipo cadete de Estudiantes que compite en la Liga Gallega. En el Breogán Pablo Abuín completa su trabajo en pista con análisis de vídeos y el scouting. «La acogida y la sintonía con Natxo Lezcano y Quique Fraga fue muy buena desde el inicio y a partir de ahí, guiados por lo que suponen las victorias, todo está siendo una especie de sueño. Ya no como entrenador, sino que como aficionado al Breogán. Sé lo complicada que es esta competición y empezar con once victorias tiene un mérito impresionante».

Figura del capitán

Para Pablo Abuín esta racha de victorias llega «principalmente por el esfuerzo y calidad de la plantilla. El buen ambiente en todos los grupos es fundamental pero si no se tiene profesionalidad es imposible. Este equipo tiene ambas», afirma Abuín. Para el entrenador celeste hay un factor que muchas veces se escapa a primera vista pero para él es muy importante, la figura del capitán. «En Xuven estaba Erik Quintela y aquí tenemos a Salva Arco. Dos grandísimos jugadores que ejercen su función de capitanes a la perfección».

El Breogán acapara habitualmente los focos de atención, pero la racha de victorias del talismán celeste va más allá en este inicio de temporada. El cadete que dirige en la Liga Gallega suma por victorias todas las jornadas disputadas, seis en total y es líder en solitario de la competición.

Para ponerse al frente del equipo por la semana y en los partidos tras estar con el Breogán, Pablo Abuín cambia «el chip por completo, al ser dos mundos muy distintos el profesional y el de formación. Disfruto muchísimo con ambas cosas, cada una con sus características pero ambas me encantan».