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El sector cree que hay un nicho amplio de mercado por la antigüedad del parque
14 ene 2018 . Actualizado a las 21:44 h.El sector del automóvil está en plena fase de recuperación de la crisis económica. Los resultados de ventas del último año lo certifican. En la provincia de Lugo se vendieron entre enero y diciembre del 2017 un total de 5.593 vehículos, un 10,27% más que en el ejercicio anterior. Lugo mantiene la misma tendencia que el mercado nacional, después de un proceso de concentración de las marcas y tras la desaparición de numerosas empresas del sector durante los años más duros de la crisis.
Si los datos macroeconómicos se mantienen y se confirma el crecimiento, las perspectivas, según señaló Genaro Saavedra, empresario del sector y que participó en el proceso de reestructuración, asumiendo nuevas marcas para su venta, son buenas. Calculan que podrían aumentar entre un 6% y un 7%.
Saavedra cree que existe un importante nicho de mercado en una provincia que mantiene, al igual que el resto de España, un parque automovilístico con una media de edad muy elevada. Se sitúa en los doce años. «Esto significa -señaló-que haya coches circulando con 19, 20 e incluso 21 años». «Por seguridad de las personas -señaló- estos usuarios, deberían tomar decisiones de cambio de vehículo a corto plazo» .
La patronal del sector demanda planes que permitan la retirada de la circulación de los vehículos más viejos, que además son los más contaminantes.
Automatriculaciones
Los concesionarios reconocen que parte del impulso en las ventas obedece a que durante el pasado año se han registrado operaciones de kilómetro 0 y automatriculaciones, en un porcentaje que Faconauto, la federación de concesionarios, considera «inasumible y excesivo» y que asegura lastra el resultado de las marcas, al incrementar el stock de manera artificial.
Genaro Saavedra, integrante de una empresa familiar lucense, que comenzó con las concesiones de Fiat, Alfa Romeo y Jeep, a las que sumó en pleno proceso de reconversión del sector, Ford y Magda, reconoce que este es un sector atípico.
Saavedra admitió que la presión de los fabricantes es enorme, lo que fuerza a las empresas a comprar coches nuevos. «Nos obligan a entrar en ese juego -reconoció- con los riesgos que supone y que constituye una pelea histórica».
Las características especiales de la venta de automóviles y la complejidad que lleva aparejada, entre otras razones por la relación con los fabricantes, ha supuesto que en los últimos años no hayan entrado en él empresarios de otros sectores.
Beneficia a los compradores
Los concesionarios reconocen que los clientes viven ajenos a una situación que los beneficia en cuanto a posibilidades de conseguir un mejor precio, a costa de su esfuerzo promocional, que han tenido que incrementar en el último año.
A final del pasado año los concesionarios gallegos lanzaron ofertas para tratar de vender vehículos que tenían en stock, de modelos y colores especiales, a precios más económicos que en el resto del año. Esta ofensiva se tradujo en que en el último mes del año se vendieron en total 541 vehículos, frente a los 493 del año anterior. De ellos 391 fueron adquiridos por particulares y 150 por empresas.