Familiares de las víctimas del crimen perfecto del Cash Récord de Lugo quieren que haya más declaraciones

La Voz

LUGO

ALBERTO LOPEZ

Cinco subdelegados del gobierno y otros tantos fiscales abordaron el caso que sigue sin resolver casi 25 años después

11 jul 2018 . Actualizado a las 20:28 h.

Dos hombres prestaron declaración ayer en el juzgado que instruye las diligencias correspondiente al doble crimen del Cash Récord d O Ceao, el asesinato a tiros del que fueron víctimas, el 30 de abril de 1994, la cajera María Elena López Lens, y el reponedor Esteban Carballido Teijeiro, en la nave de Cash Récord. Isabel López, la hermana de María Elena, cree que las declaraciones de ayer constituyen «un avance», porque llevaba «muchos años pidiendo que fuesen a declarar».

En la sección de Galicia se informa de las declaraciones de ayer. Una de ellas, no aportó nada susceptible de ser útil a la investigación, según las versiones recabadas. Isabel López señala que no tenía esperanza de que fuese de otro modo. Sí confiaban en que el testimonio de agente de la Guardia Civil que depuso en sede judicial abriese alguna grieta de luz. «Este testimonio es de los más importantes», señala Isabel, a la que ya se conoce como «hermana coraje». De todos modos, asegura que desconoce el contenido de lo que dijo el agente y admite que algo de lo que puedan ocurrir en el futuro «dependerá de qué tipo de información haya aportado».

Isabel López confía en que haya más declaraciones. «Nosotros la esperanza que tenemos es que llamen al hombre que está investigado en este caso», un hostelero. Por tanto, tras las declaraciones de ayer, ve «un avance, sí, pero lo tomamos con prudencia después de tantos años».

El juzgado dispone hasta diciembre para avanzar en la instrucción. A la vista de cómo estén las cosas en ese momento, la fiscalía decidirá.

Un coche

El abogado de la familia, Gerardo Pardo de Vera, ha interesado, entre otras diligencias, según la agencia Europa Press, que se dé cuenta de una inspección ocular efectuada en su día a un vehículo que apareció abandonado en las inmediaciones del lugar en el que se cometió el doble crimen; al parecer, algunos testigos creyeron ver ese mismo coche por la zona en el día en que se produjo el asesinato.

El letrado Pardo de Vera Posada cree que las declaraciones de ayer fueron «un paso pequeño», pero que puede resultar importante de cara al futuro. Indica que parecen abrir alguna luz que pretende seguir en las próximas semanas.

CINCO SUBDELEGADOS

En este cuarto de siglo de crimen perfecto, los familiares de las dos víctimas pasaron en repetidas ocasiones por los despachos de hasta cinco subdelegados del gobierno distintos en busca de soluciones. Todos les dijeron lo mismo: «Pondremos todos los medios a nuestro alcance para dar con los asesinos». Los afectados no vieron avances de ningún tipo, todo lo contrario.

También se entrevistaron, con más o menos esperanzas con cinco fiscales diferentes que pasaron por el sillón de la Fiscalía. Encontraron buenas palabras aunque algunos, recuerdan ahora los familiares, les dijeron claramente que el asunto estaba muerto y poco se podía hacer. «Alguno quiso darle carpetazo pero, quizás no se atrevió por la presión que estábamos haciendo y también por el respaldo social que tenemos», dijo en su momento Isabel López.

En la policía les pasó lo mismo. Pasaron comisarios, inspectores, investigadores... Las soluciones no llegaron.