El único «novio» de la súper cafetería de la vieja cárcel quedó plantado

LUGO

LV

Solo una empresa se interesó por gestionar el restaurante de la antigua prisión y fue rechazada

15 ago 2018 . Actualizado a las 21:25 h.

Esto es como una historia en la que un buen mozo, rubio y de ojos azules, se presenta con la intención de enamorar a una princesa, pero lleva un plantón porque el rey dice que nones. Algo parecido es lo que sucede con la súper cafetería restaurante de la vieja cárcel. Tiene unas vistas extraordinarias, mobiliario nuevo... y el Concello la sacó a concurso por un precio no precisamente bajo. Solo una única empresa, además avalada por ser innovadora en el sector de la hostelería local, presentó oferta y el propietario de la instalación no la aceptó. La burocracia anda por el medio.

Acabó el plazo para presentarse al concurso y ayer se reunió la junta de contratación. En la mesa solo un sobre. Lo presentó Cárnicos Salamanca Sabor Ibérico Comunidad de Bienes. El Concello establecía como precio mínimo del contrato 2.000 euros al mes para un plazo de cinco años. La empresa en cuestión subía esa cantidad a 2.500 euros. No hacía mal negocio la institución municipal, pero la oferta fue rechazada porque una comunidad de bienes, indicaron fuentes del Concello, no puede optar a un contrato público.

Una comunidad de bienes no tiene capacidad jurídica propia y, por lo tanto, no puede contratar. Solo pueden hacerlo con el sector público las personas naturales o jurídicas, indicaron fuentes municipales.

Por lo tanto es posible que la cafetería vuelva a salir de nuevo a concurso y se retrase la puesta en marcha del servicio. De estar interesado, el empresario que formuló la oferta podría tener que buscar otra fórmula para optar al concurso, pero corre el riesgo de que en la nueva ronda le salgan competidores.

De acuerdo con algunas fuentes, la oferta presentada estaría avalada por Juan Carlos Cruz Gallego, el presidente de los industriales de la plaza de abastos. En su trayectoria como empresario se distingue por una visión innovadora. De hecho la empresa no es novata en el sector de la hostelería ya que, según las mismas versiones, gestiona el Mercado Street Food, un innovador y exitoso negocio que dio vida al mercado de Quiroga Ballesteros. Ocupa dos locales de los soportales que apenas tenían ningún tipo de salida. La empresa montó un establecimiento de hostelería con una serie de platos sugerentes y, a la vez, organizando actividades como, por ejemplo, actuaciones musicales al mediodía. El establecimiento ganó pronto a un público deseoso de innovación y ahora está en la lista de los indispensables para quienes buscan algo alternativo.

El modelo del mercado, trasladado a la vieja prisión parece, a priori, que resultaría exitoso.

Quien se quede con la súper cafetería tiene que cumplir una serie de requisitos, además de pagar 2.000 euros al mes y pagar todas la maquinaria necesaria. Deberá ofrecer un menú del día y una oferta variada y tendrá que tener en la carta productos con la calificación de comercio justo y un menú elaborado con productos procedentes de la agricultura ecológica.