El lotero de la calle Ourense tiene colas para sellar apuestas
28 nov 2018 . Actualizado a las 13:32 h.Mientras el poseedor del boleto del Gordo de la Primitiva, sigue tras el velo del anonimato, los 6,7 millones tienen una cara mediática: la del lotero-librero que dio validez al boleto de dos apuestas que acabó cubierto de billetes. Es la de Fernando Toubes, que el domingo bajó en pijama a su librería de la rúa Ourense y, al poco tiempo, se puso un vistoso jersey talismán para las primeras fotos de las informaciones sobre el multimillonario anónimo.
Ese jersey ya lo bautizaron alguno de sus clientes como el de Papá Noël por ser de un diseño propio de la nieve o países nórdicos. La prenda tiene su historia: se la puso el domingo para comer y alguien de su familia (es mejor no decir quien) le dijo algo así como que era una horterada. Al final fue el de los millones.
Los fotógrafos están sorprendidos. Toubes es un krak posando. «E logo, tes experiencia de modelo ou así?», le preguntó un periodista. «Pois realmente non. O único que fixen foi un catálogo fotográfico de dentes para unha clínica dental», indicó. Sus amigos le recuerdan posando en cueros, tapándose únicamente con un disco, en un reportaje sobre coleccionistas.
«¡Aquí está el Robert Redford de las Casas Baratas!», le señaló ayer una de sus clientas habituales nada más poner el pie en la librería. Se refería a Fernando, a las fotos, al jersey... Toubes, de 47 años, es estos días el amo de la Rúa Ourense, de las Casas Baratas... en definitiva de la ciudad porque de su negocio salió el segundo premio de la Primitiva más relevante que se reparte en la provincia lucense.
Hay colas para sellar y comprar lotería en su negocio. Las papeleras están repletas de boletos que fueron tramitados estos días. Alguna vez alguien tiró décimos premiados, pero quien más y quien menos procura controlar, por el cuento que le tiene.
El lotero de la Librería Galicia lleva por lo menos veinticinco años dedicado al establecimiento. Sus padres tuvieron la librería en un local de enfrente al actual. Su padre fue el que el domingo, sobre las diez de la noche, recibió la llamada del organismo estatal de loterías para decirle lo que había ocurrido. Rápidamente llamó a su hijo. «Díxome, baixa á librería porque tocaron non sei se seis mil ou seis millóns. Pero papá...afia un pouco máis, díxenlle e el dixo, bueno... ti baixa e xa saberás», contó Fernando Toubes.
El lotero-librero de la rúa Ourense fue entrenador de fútbol del Sagrado Corazón durante algún tiempo. Era cuando no hacía falta titulación ninguna para demostrar lo que se sabe de balón. No hay jugador que fuera adiestrado por él que no le recuerde y además, con satisfacción por ser una persona abierta y campechana. «Ti podes vir as veces que queiras aquí que te vou atender», advirtió al periodista. En plan coña remató: «Por vez primeira, non teño que pagar a publicidade».
Toubes es un apasionado de los discos de vinilo. Si le tocaran a él los seis millones y pico -no falta quien diga que él es el acertante, aunque ayer también la rumorología otorgaba los 6,7 millones a un geriatra del HULA- iría a Francia a algunas ferias muy especializadas de vinilos. «Faría un paquete grande e mandaríao para aquí», expuso. «E o resto dos cartos que? A empetar?», pregunto. «Bueno oh, sempre tes algo que liquidar co banco. Sería o primeiro que faría e logo tranquilizarme durante dous ou tres meses para logo recuperar a rutina que tiña. Sería moi agradecido ca xente que habitualmente me da o pan», dijo el lotero de la rúa Ourense que «fabricó» los millones del gordo del domingo.
Fernando Toubes dice que si fuera millonario iría a Francia a comprar discos de vinilo
