«Somos o barrio máis abandonado de toda a cidade e arredores»

María Guntín
maría guntín LUGO / LA VOZ

LUGO

ALBERTO LÓPEZ

Vecinos de San Lázaro denuncian desde hace años la maleza, los coches aparcados sobre la acera, la basura y el feísmo

15 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Los vecinos y comerciantes del barrio de A Ponte denuncian, una vez más y en pocos meses, el mal estado de la calle Fermín Rivera. Algunos de los baches se arreglaron hace tan solo unas semanas, pero parece que en tan poco tiempo la calzada ya se ha deteriorado lo suficiente como para dejar imágenes con nuevos socavones.

Un espejo que está situado en la curva en la que confluyen Fermín Rivera y Orbazai resulta totalmente inútil, puesto que está roto. A su lado, un cartel viejo recuerda a los transeúntes que el puente romano está cortado por obras. Algo que podría ser normal e incluso útil si el letrero no llevase al menos seis años abandonado, que fue cuando se realizaron las labores de peatonalización de la estructura.

«Eu estraguei unha roda»

En esa misma curva del barrio de San Lázaro, un gran socavón en el suelo obliga a los vehículos que transitan por la vía a frenar e intentar esquivarlo. Tras observar apenas unos minutos el tráfico de la zona se puede escuchar a un conductor que, asegura, ya ha

«estragado unha das rodas do coche»

. Todos, sin excepción, frenan e intentan esquivar un bache que resulta imposible.

En los márgenes de la calle Fermín Rivera la basura se acumula, especialmente colillas y plásticos. Además, los coches que aparcan sobre la acera dificultan enormemente el paso de los peatones. A escasos metros, una señal recuerda que está prohibido aparcar en la zona.

«Os baches prodúcense normalmente porque rompen as tuberías. Do que está onda a igrexa non se libra ninguén. É imposible fagas o que fagas», explican desde el bar Chuco. También junto a este local hay un bache que penetra en el asfalto 50 centímetros. Y sí, medidos con citra métrica. «Arranxaron outro hai meses e xa saíu este. Así as cousas non se poden facer», explica uno de los residentes del barrio de A Ponte.

Otros vecinos cuentan que todos los socavones se producen por la presión que tiene el agua en la zona, que está muy transitada puesto que en la rúa se encuentra el Club Fluvial y es zona habitual de deportistas. Otra de las vecinas asegura que la afluencia de tráfico y el mal estado del asfalto son una combinación horrible y peligrosa. «Se teñen que pasar dous coches, teñen que frear. Somos o barrio máis abandonado da cidade, e tamén dos arredores», cuenta.