El técnico del Lugo se lamentó en rueda de prensa de la mala suerte con las lesiones del equipo
03 dic 2020 . Actualizado a las 00:49 h.Mehdi Nafti reconoció tras el partido contra Las Palmas no entender muy bien a qué se deben todas las dificultades en cuanto a número de efectivos que está atravesando el Lugo. «No es normal que tengamos tantas lesiones. Tenemos que analizarlo con frialdad y tranquilidad, pero los chavales del B van a hartarse de hacer test PCR porque van a tener que viajar con nosotros», dijo el técnico de un equipo que ya se presentaba con bajas y vio cómo el Puma Rodríguez se volvía a lesionar y Manu Barreiro era expulsado.
Con un calendario muy comprimido, los lucenses ya volverán a competir el sábado contra el Mirandés en Anduva, pero el entrenador lucense renunció a hacer más comentarios sobre cómo afrontar la situación hasta que puedan analizarla «con frialdad y tranquilidad»: «No he llorado cuando nos faltaban el Puma o Gerard, o El Hacen estaba fuera de forma. Tampoco voy a llorar ahora. Iremos a la guerra con lo que hay».
De hecho, el entrenador franco-tunecino aplaudió el desempeño de sus hombres, que siguen en una zona cómoda de la clasificación de Segunda División con el empate que sumaron frente a Las Palmas en el Anxo Carro, el tercero consecutivo tras la derrota contra el Alcorcón. Loiodice, en un libre directo aislado, anotó además a los lucenses el primer tanto que reciben en cinco apariciones en su feudo desde el cambio de técnico. «Nos vamos con un sabor agridulce. Ha pasado de todo. En el primer tiempo nos pusimos por delante pronto, generamos bastante peligro, sobre todo con Gerard (Valentín) y no hicimos concesiones, pero nos empataron con un gol muy tonto. En la segunda parte salimos bien, jugando en campo contrario, pero después pasaron demasiadas cosas», analizó.
Nafti entiende que once contra once, los suyos habrían tenido muchas opciones de conseguir el triunfo, pues acabaron con solo nueve jugadores sobre el campo y el conjunto de Pepe Mel fue incapaz de crear verdadero peligro: «Tuvimos la expulsión de Barreiro, la lesión del Puma y sabíamos que Gerard Valentín no estaba para más que una hora. Al final, acabamos jugando con ocho (futbolistas de campo) en dos líneas de cuatro, resistiendo, pero ni siquiera nos tiraron a portería. Estoy seguro de que once contra once habríamos tenido nuestras opciones».
