La banda municipal de música de Lugo, como otras muchas entidades centenarias, ha sufrido sus más y sus menos a lo largo de su historia, con épocas brillantes y florecientes y otras de decadencia o incluso de amenaza de su posible desaparición. Creada en 1869, comienza su andadura con todas las dificultades que entraña un comienzo hasta que en 1876 Xoán Montes se hace cargo de ella, la reorganiza y se mantiene como director de la misma has 1890.
Tras estos años de bonanza llegan las vacas flacas en 1900, cuando se produce el primer paro de la agrupación musical hasta que el profesor Ricardo Dorado la retoma y la sitúa nuevamente en el lugar que le corresponde pero llega la guerra civil y la Banda municipal permanecerá inactiva durante los tres años debido entre otras cosas a que su director, Manuel Sariñena, es encarcelado debido a su ideología republicana.
Tras la guerra, no cabe la menor duda de quién le dio una mayor estabilidad fue el maestro Francisco Méndez, permaneciendo como director desde 1944 a 1977 aunque en 1963 la Banda sufre un nuevo revés al disolverse ante la imposibilidad económica del Ayuntamiento de su mantenimiento, con más de cuarenta músicos aunque a los pocos meses, debido a la presión social, vuelve a reorganizarse nuevamente bajo la dirección del maestro Méndez. Posteriormente Indalecio F. Grova le daría credibilidad y nivel musical y ennlos últimos tiempos Rosendo Ivorra hizo lo que pudo con una agrupación diezmada y sin mucho apoyo por parte de las autoridades responsables.
Nuevamente la Banda se encuentra en horas bajas tras casi cinco años sin director y ahora, cuando lo tiene, parece que este no ha hecho más que una jugada progresiva para colocarse en la Banda de Santiago. Eso sí, ha tomado posesión como director de la de Lugo pero, ¿piensa hacer algo aquí? Si es así, que comience ya y si no, que se vaya y deje de jugar con los lucenses. Nuestra Banda bien lo merece.