Que Ridley Scott es un director con oficio nadie lo pone en duda y su nueva película, «El último duelo», es un ejemplo para comprobar que sabe dirigir de manera impecable; pero otra cuestión es que pueda aprovechar el material que tiene para ofrecer algo más que subrayados y evidencias.
Vaya por delante que la historia, basada en hechos reales, de «El último duelo», es un caramelo para cualquier director. Y si este es Scott, mejor, ya que ha demostrado en su trayectoria cómo es capaz de plasmar en imágenes la acción, el espectáculo bien facturado («Gladiator», «El reino de los cielos», «Black Hawk derribado» o «Prometheus).
Pero lejos queda aquel Scott de «Blade Runner» o «Alien», capaz de transmitir en imágenes la psicología de sus personajes. En su última obra desaprovecha la ocasión. Pretende trasladar una historia de infamia y violación contra una mujer noble del siglo XIV a una suerte de «Me Too». Y tan loable empresa está aderezada con frases sobre la ausencia de derechos, el poder real, la presencia de Dios como justiciero, el mundo dominado por los poderosos y, sobre todo, que «solo cuenta el poder de los hombres».
Si ya de por sí estas ideas son bastante tópicas, la película falla en el retrato de los personajes (a pesar, sobre todo, de las excelentes interpretaciones de Driver y Comer), presentados como arquetipos de buenos y malos, rudos y cultos, valientes y cobardes... olvidándose de que los matices enriquecen los relatos. La estructura elegida por Scott para contar la historia, a través de varias versiones (recuerda a la inolvidable «Rashomon» de Kurosawa) no acaba de funcionar precisamente porque acrecienta la simplicidad de los protagonistas.
A pesar de estas carencias, «El último duelo» no defraudará por esa capacidad innata de Scott para narrar la acción (el duelo final es un modelo) y por los apuntes que deja en el aire y que, lástima, no fue capaz de desarrollar: la búsqueda de la verdad, el detabte sobre qué es mejor la gloria o el dinero, o esa idea tan del Poema del Mio Cid de qué buen vasallo si tuviese buen señor.
Director: Ridley Scott
Reparto: Matt Damon, Adam Driver, Jodie Comer, Ben Affleck
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