El área de Urbanismo en Lugo: un año de interinidad tras la marcha de Miguel Couto
LUGO
La dimisión del concejal, en marzo del 2021, y la baja de Álvaro Santos, su sustituto, llevaron a Paula Alvarellos a asumir la parcela más controvertida del Concello
19 mar 2022 . Actualizado a las 19:53 h.El 19 de marzo del 2021, mientras medio Lugo festejaba el Día del padre, el concejal de Urbanismo de la ciudad, Miguel Couto, anunciaba su dimisión. Tras dos años en el cargo, alegaba motivos personales para decir adiós a un departamento en el que había sido incapaz de imponer su criterio. Ni los jefes de servicio que propuso fueron ratificados, ni los funcionarios a su cargo seguían el ritmo que él demandaba. La marcha de Couto abría entonces un melón que durante el último año ha sido un verdadero quebradero de cabeza para la alcaldesa, que en lo que va de mandato ya ha visto cómo los arquitectos y los constructores se revelaban públicamente contra el funcionamiento de un área permanentemente bajo la lupa.
La marcha de Couto generó una crisis de gobierno que Lara Méndez, arremangada con la pandemia, gestionó dando más galones a Álvaro Santos. Retiró de Medio Ambiente al que fuera vicepresidente de la Diputación y le confió el gobierno del área más polémica de la administración local. Sostibilidade urbana y Evislusa pasaban a su mando y la figura de Santos, que había menguado con su enfrentamiento con José Tomé, se revitalizaba. Era principios de abril.
Con Santos agarrando el timón de Urbanismo, la alcaldesa agitó el árbol. Primero avanzó la aprobación de un criterio único sobre las rasantes que pretendía aportar claridad, pero que no convencía a los arquitectos; y más tarde anunció que se redactaría una nueva ordenanza urbanística (todavía pendiente) así como cambios en el personal para agilizar las licencias. El Concello quería acabar con el cuello de botella del departamento, y para ello recurrió también al interventor municipal, Manuel Vázquez. La alcaldesa designó al funcionario, estricto y al que no le tiembla el pulso, coordinador general del área de Urbanismo, encomendándole crear protocolos que simplificaran la burocracia municipal. Una medida que casi un año después sigue vigente.
Baja de Álvaro Santos
Fue a finales de mayo, cuando el nuevo tándem apenas llevaba mes y medio en el departamento, cuando el urbanismo lucense saltaba de nuevo a la palestra. Esta vez era a causa de la paralización por parte del Concello de las obras de la urbanización de chalés que se construían en As Saamasas. Comenzaba un mano a mano burocrático que se resolvería en noviembre con la reactivación de las obras, pero para entonces Santos ya no ejercía como concejal. En el mes de julio el titular de Urbanismo cogió una baja laboral y todavía no se ha reincorporado al puesto. Aunque por motivos diferentes, en poco más de cuatro meses Lara Méndez se topaba de nuevo con el área de las licencias descabezada.
Alvarellos, superconcejala
La salida de Santos de la ecuación del urbanismo lucense obligó a la alcaldesa a mover de nuevo ficha, aunque de forma velada. Poco a poco, sin hacer ruido, fue delegando más responsabilidades en Paula Alvarellos hasta convertirla, de facto, en la titular de Urbanismo y en una especie de superconcejala. Por sus manos pasan todas las decisiones de Gobernanza, las de economía y también ahora el urbanismo de la ciudad, una tarea en la que sigue la hoja de ruta marcada en su día por Méndez, que sigue supervisando las decisiones más delicadas.
Porque sobre la mesa del urbanismo lucense se acumulan licencias (muchas), pero también resoluciones tan mediáticas como el futuro del Garañón (que este año debería caer, según se comprometió Méndez) o cuestiones pendientes como la aprobación (parece que inminente) del 5 % del PXOM. La materia es delicada, y las complicaciones parecen arremolinarse en torno al área, afectada también por la baja del jefe de servicio de Urbanismo.
Aunque hace ya un año que Couto desapareció de la gestión pública, el escenario general no se ha despejado. Más bien al contrario. Las quejas públicas de la APEC por la demora en las licencias ha sido el último latigazo a un departamento que la oposición también criticó por retrasos y por no atender más citas presenciales. El cambio de cultura que el Concello intentó implantar en la relación entre la administración y los usuarios no acaba de cuajar, y mientras es la ciudadanía y la economía, como recalca la oposición, la que se resiente.
Couto dijo adiós hace justo un año a un área controvertida, pero en el plano político no siguió el mismo camino. Si en el 2019 pasaba a integrarse en la ejecutiva provincial socialista como vicesecretario, en pasado febrero el exconcejal repetía como miembro de la comisión ejecutiva provincial.
Quien también ha ganado peso en el socialismo lucense ha sido Paula Alvarellos, recientemente nombrada presidenta del partido a nivel local. Un reconocimiento a una mujer sobre la que han recaído las tareas más ingratas del trabajo municipal y que desde que asumió el mandato ha recibido varios reveses judiciales. El último, la ordenanza de vados.