Prietas las filas

Miguel García
Miguel García LUGO / LA VOZ

LUGO

ALBERTO LÓPEZ

28 ago 2023 . Actualizado a las 18:12 h.

Llegué al estadio sin saber qué me iba a encontrar. Seguí las novedades del club a través de los medios de comunicación, por supuesto también de las redes sociales que no dejan de ser los nuevos medios informativos.

Subiendo hacia las gradas observé a dos equipos calentar, uno con pantalón azul y medias rojas, el otro con pantalón y medias blancas. No conocía a ningún jugador ni a los de la derecha ni a los de la izquierda. Solo distinguí a los míos por la indumentaria. Contratar jugadores desde la nada es laborioso, complicado, dificultoso, arduo. Esa es la parte enrevesada que gestiona la dirección deportiva. Convertir a ese grupo de jugadores en un equipo, adaptarlo, ajustarlo, transformarlo, es la papeleta que ocupa a Pedro Munitis y sus colaboradores.

La parte positiva, vi a una afición loca por volver al estadio, feliz, alegre, radiante. No había cuentas pendientes en el césped, todos los futbolistas partían de cero en sus cuentas personales. Esas cosas solo suceden una sola vez, y ocurrió el domingo en el Anxo Carro. Advertí un graderío entregado desde el primer minuto, agitado por la pasión del fondo norte. Sentí emoción por la vuelta y por la melodía que entonaron durante todo el partido.

Distinguí al equipo de soldados que en la segunda rueda de prensa presagió el nuevo entrenador. Hoy son un grupo de jugadores, todavía no se les puede pedir que ese grupo esté cohesionado, sincronizado, acoplado y unido, pero a sachar no les ganó el Teruel. Corrieron, pelearon y se entregaron sin reserva.

El pitido final fue un desborde de alegría, hacía falta una victoria. No será fácil regresar, quedan muchos obstáculos por delante y desconocemos el nivel de los rivales que tendremos enfrente. En todo caso, mejor empezar así, juntitos, unidos, pegaditos. El invierno será duro