Los jóvenes quieren ser jueces de rubia gallega: «É unha opción para os que dubidamos de ser gandeiros pero nos gusta o sector»

Uxía Carrera Fernández
UXÍA CARRERA LUGO / LA VOZ

LUGO

Profesores y alumnos calificando vacas en Expo Lugo
Profesores y alumnos calificando vacas en Expo Lugo U.C.

Acruga impartió este San Froilán su curso anual en Expo Lugo, con una gran presencia de interesados de 20 a 30 años

10 oct 2023 . Actualizado a las 08:17 h.

Las vacas que participaron este fin de semana en la feria Expo Lugo estuvieron fichadas por más ojos de los habituales. Casi 20 alumnos del curso de Acruga para ser juez de raza rubia gallega finalizaron su formación haciendo una calificación en directo de los ejemplares. La mayoría eran hijos de ganaderos o personas a punto de incorporarse a la explotación familiar. «Nos últimos anos aumentou a demanda entre rapaces novos», asegura Laura Arias, la secretaria de la asociación. 

El curso se organiza solo una vez al año, coincidiendo con San Froilán para hacer el examen final en Expo Lugo. Es específico de rubia gallega y tiene un coste de cien euros. Consiste en una primera parte teórica, una parte práctica en la explotación de un ganadero y la última prueba en la exposición del Pazo de Feiras e Congresos. 

Durante los tres días de formación, los técnicos de la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Vacuno Selecto de Raza Rubia Gallega (Acruga) enseñan a los alumnos la historia de la raza así como de las ferias ganaderas, el libro genealógico de la rubia gallega y sus características morfológicas para calificar cada ejemplar. 

El de este fin de semana fue el curso para los que se estrenaban en la materia, ya que hay tres niveles de jueces. El primer año que lo realizan se convierten en jueces «amateurs», si lo hacen un segundo año son jueces auxiliares y al tercero, jueces principales. No es hasta el nivel final cuando los llaman para trabajar en los concursos. 

Esta vez era la edición número 15 con la que ya se suman 140 jueces formados por Acruga. «Sempre ten boa acollida, este ano eran 18 e o pasado apuntáronse 25 persoas», explica Laura Arias. Lo que destacó en este edición es el que interés mayoritario era de jóvenes de toda Galicia. La gran mayoría rondaban entre los 20 o los 30 años. 

Carlos Seoane, de 21 anos: «Encantaríame adicarme a ser xuíz a tempo completo»

Uno de los más jóvenes que se trasladaron hasta Lugo para formarse como juez fue Carlos Seoane, de 21 años. Trabaja como bombero forestal pero nació y creció entre vacas de rubia gallega por la explotación de sus padres, donde ayuda aunque no está incorporado. Se apuntó al curso porque es «un mundo que me atrae». De hecho, le gustaría dedicarse a él a tiempo completo. 

Aunque no partía de cero, asegura que le gustó la experiencia porque aprendió nuevos conocimientos para poder mejorar la raza. Más allá de aplicarlo a la ganadería familiar, Seoane ya piensa en cursar los siguientes niveles de juez para poder trabajar en los diferentes concursos. 

 «Hai poucos xuíces agora mesmo en Galicia así que iso é unha boa noticia porque teremos traballo», dice confiado. Este fin de semana en Lugo, otros seis alumnos eran de su generación y quieren prepararse para ser el futuro de esta profesión.

Jesús Varela, de 32 anos: «O mellor foi saber que é o que se busca agora nos concursos»

De los 18 alumnos del curso, los ganaderos al frente de una explotación eran los mínimos. La mayoría eran hijos de productores o algunos que están próximos a incorporarse al negocio familiar. Para muchos, el curso de juez es una oportunidad de estar en el sector mientras piensan en si dedicarse por completo a él: «Había moita xente nova porque vendo a situación do sector están dubitativas se dar o paso a incorporarse ou non». Lo defiende Jesús Varela, de 32 años. 

Este lucense trabaja en una empresa privada pero también nació rodeado de rubia gallega por la ganadería familiar, en la que también pasa muchas horas. «Non sei se o día de mañá me dedicarei a gandería pero é algo que me gusta bastante así que o curso podía ser do meu proveito», explica. 

Varela ya tenía conocimientos de la raza, pero asegura que el curso fue de mucho provecho, especialmente porque fue mayormente práctico.« Nunca está de máis a información, non me vai facer cambiar moito o día a día na granxa pero en moitos casos si, porque empezan de cero». Para lo que más le sirvió fue para saber qué buscan ahora los jueces de concursos: «Antes mirábase máis o desenvolvemento muscular ou a morfoloxía, agora que sexa máis produtiva, a súa funcionalidad». 

En su caso que le llamen para ser juez en los concurso no es una prioridad, pero sí una opción: «Se chaman e podo vou pero senón non pasa nada, fíxeno sobre todo para aprender».