Emprender, promover, impulsar

Miguel García
Miguel García LUGO / LA VOZ

LUGO

ALBERTO LÓPEZ

10 oct 2023 . Actualizado a las 19:33 h.

Revisar objetivos acontece en todas las empresas. Las metas propuestas pueden sufrir modificaciones y es conveniente reflexionar si es factible continuar o consensuar un plan distinto al inicial. Esta consideración surge en torno a la rentabilidad del producto que tenga a bien producir, si el beneficio no es el esperado, parecería que la primera solución es reducir gastos, además de otras alternativas .

En las empresas deportivas todo lo concerniente a reexaminar objetivos especialmente si son a la baja, se asocia a fracaso y por consiguiente a buscar nombres propios que se hagan cargo de dicha frustración. La estabilidad deportiva va asociada a la estabilidad económica y viceversa, ambas cuestiones son tan dependientes que en la mayoría de los casos ubicarse en una categoría u otra representa el futuro inmediato de dicha sociedad anónima deportiva.

Me gustaría incluir un tercer componente que lo considero extraordinariamente importante y que a menudo pasa desapercibido, me refiero a la estabilidad social o mejor dicho al crecimiento social. En una SAD es indiscutiblemente necesario contar con seguidores, abonados, aficionado, porque son el alma de cualquier institución.

El club puede pertenecer a una o varias personas o entidades, pero solo se sostiene si hay una masa social que le dé sentido. Los abonados no garantizan por sí mismos la estabilidad económica. Los ingresos por este concepto suponen un bajo porcentaje en relación al presupuesto, pero el crecimiento social incorpora un aumento en lo que se refiere a patrocinadores, espónsor, colaboradores y por supuesto una mirada diferente de las distintas administraciones.

Vemos ejemplos cercanos y lejanos donde no hay una variación importante en cuanto al apoyo recibido y la categoría en la que está el equipo. Clubes históricos descienden de categoría, sufren importantes recortes económicos y su masa social se reivindica y aumenta exponencialmente su apoyo. Una SAD que arrastre masa social no desaparece nunca. Observo un número elevado de jóvenes que se incorporan de manera sistemática al crecimiento social de las entidades deportivas, además de manera sana y educada. Sienten la necesidad de pertenencia al club o clubes de su entorno. Las redes sociales juegan un papel protagonista en este incremento al ver reflejados sus comentarios y que se tomen en cuenta sus opiniones. No dejan de ser los nuevos medios de comunicación e información de esta franja de edad.

Los clubes tienen un papel decisivo en el crecimiento social. Están obligados a ofrecer el mejor producto posible a esta masa ávida de relaciones sanas, vínculos cercanos, conexiones bienintencionadas y correspondencias próximas. El mejor producto no es ganar todos los partidos, nadie puede garantizarlo. El mejor producto es ilusionarlos cada día, hacerles sentir protagonistas de una idea, de un proyecto, de un propósito. Cientos de jóvenes están aguardando. No les hagamos esperar.