No sé en qué actividad se podrían encajar los numerosos trabajos que con tu firma ensucian las fachadas de nuestra ciudad, incluso he visto que no te conformas con ensuciar las fachadas de los edificios, sino que hasta te atreves con el monumento Patrimonio de la Humanidad que es nuestra Muralla romana, tal como se puede ver en una pared del adarve cercana a las escaleras de Campo Castelo.
No entiendo el placer que puedes experimentar, ni el beneficio que puede reportarte el incansable trabajo destructivo que realizas. Creo que con las pistas que dejas no será difícil identificarte por parte de los agentes responsables del orden público, obligándote a subsanar los daños ocasionados, y que te expliquen que lo que estás haciendo es un atentado contra la propiedad privada, que supone costes importantes para el que los sufre.
Bueno sería que te dedicaras a otra cosa, que no ensucie la ciudad ni dañe la propiedad ajena. Yo te disculparía si, al menos, imitaras a los que cultivando el arte del grafiti realizan por encargo auténticas obras de arte.