Juzgan en Lugo al padre y a la madrastra de una niña por abusar de ella cada semana durante ocho años: «Si dices algo, destruirás a nuestra familia»

LUGO

La Fiscalía pide 19 años de cárcel para el hombre como autor de cientos de violaciones en ese período. Para la mujer se solicitan 12 por actuar como cooperadora y ocultar los abusos. Ambos defendieron su inocencia en el juicio
06 mar 2025 . Actualizado a las 19:17 h.La pesadilla supuestamente vivida por una niña de Foz durante toda su infancia llegó este jueves a juicio. La Audiencia Provincial de Lugo acogió la vista oral del proceso en el que se acusa a un padre de haber violado a su hija todas las semanas desde que tenía 9 años hasta que ya había cumplido los 17. Según la versión de la menor, la pareja de su padre conocía la situación y nunca la denunció. Él se enfrenta a 19 años de prisión. Ella, a 12.
El relato de hechos de la Fiscalía resume estos ocho años de continuos abusos sexuales y maltrato físico al que el padre habría sometido a su hija casi a diario. Todo habría empezado en el 2015, cuando la chica —una de tres hermanas—, se trasladó a vivir con su padre y con la pareja de este. Antes, vivía con su madre biológica. Desde poco después de la mudanza, su padre comenzó a abusar de ella. No paró hasta ocho años después.
«Si dices algo, destruirás a nuestra familia, porque yo iré a la cárcel y tú a un centro de menores»
La versión de la Fiscalía y de la acusación particular explica cómo estas supuestas agresiones fueron agravándose con el paso de los años. Las primeras veces, el acusado pedía a su hija que le «diese besos en los labios», pero luego «empezó a desnudarla» y a «tocarle su cuerpo con la mano», especifica el escrito. Fue a partir de los 13 años cuando las agresiones sexuales comenzaron a ser completas. «Estas violaciones se repitieron entre los años 2015 y 2023, varias veces a la semana, y siempre cuando el padre y su hija se quedaban solos en la casa del acusado», sostiene el Ministerio Público.
Los abusos solamente se destaparon tras un episodio ocurrido en el año 2023. Según la fiscal, el padre sometía a la chica y a sus hermanas a agresiones físicas de forma habitual. Una pelea ocurrida a finales de ese año acabó con la chica explicándole todo lo que había vivido a su tía. Según el Ministerio Público, en una ocasión, el padre empujó a la niña, que entonces tenía 17 años, contra una ventana de cristal. Esta se rompió y le causó unas heridas en la frente y en los brazos. Tuvo que ser trasladada al Hospital de Burela. Tras este episodio, le contó todo lo ocurrido a su tía, incluidos los abusos que habría sufrido durante años, y ambas acudieron al cuartel de la Guardia Civil a denunciar.
La menor no solamente habría tenido que soportar estas vejaciones físicas, sino también un contundente maltrato psicológico. La fiscal sostiene que el padre llegó a amenazarla con enviarla a un centro de internamiento si denunciaba los abusos que había vivido. Incluso llegó a decirle «si dices algo, destruirás a nuestra familia, porque yo iré a la cárcel y tú a un centro de menores», explicó la representante pública.
La madrastra conocía los abusos y los ocultó
El escrito también atribuye una responsabilidad penal a la pareja del padre, madrastra de la niña desde que empezaron su relación en el año 2014. Poco después, la pequeña se fue a vivir con ellos. «La acusada era conocedora de la situación que vivía la hija de su pareja desde que, en un momento sin determinar del año 2021, los sorprendió, desnudos, manteniendo relaciones sexuales en su casa. Le hizo prometer al padre que no se repetiría y acabó culpando a la hija, acusándola de haber propiciado al encuentro, pero nunca denunció los hechos sino que los ocultó», resume la Fiscalía.
En diciembre del 2023, el padre fue detenido y enviado a prisión provisional, donde ha permanecido hasta el día del juicio. La vista tuvo lugar este jueves en la Audiencia Provincial de Lugo. La declaración de la víctima se celebró a puerta cerrada para proteger su privacidad. Su padre, el principal acusado, eligió no responder a las preguntas de ninguna de las partes, ni siquiera de su propia defensa. Permaneció toda la sesión con una capucha y cabizbajo.
Quien sí tomó la palabra fue la madrastra de la niña, todavía hoy pareja del padre. Ella negó todos los hechos. No solamente los que la implicarían a ella, sino que también rechazó de manera tajante que el acusado hubiese mantenido relaciones con la pequeña. «Era una relación normal. Nunca los descubrí manteniendo relaciones, es mentira. Siendo madre y mujer yo misma, no podría ver eso y no hacer nada. Nunca vi nada de eso, de verdad», explicó.
Justificó la denuncia interpuesta por la niña alegando que estaba «manipulada» por su tía, que la acompañó al principio de la causa. Atribuyó esta enemistad a que esta tía vivía con ellos hace tiempo y que, al pedirle que contribuyera económicamente al hogar, se enfadaron y se marchó. «Todo esto es por la influencia de su tía», resumió.
La defensa del padre aportó al tribunal un informe de un detective privado que investigó la vida de la tía de la niña, concluyendo que se había enemistado con ella y que ya no vivían juntas.
El procedimiento quedó visto para sentencia y será ahora el tribunal de la Audiencia Provincial el que decida la sentencia para los acusados y la pena en caso de que sea condenatoria.