La Fundación María José Jove lleva a Vilalba su programa de lucha contra la exclusión social

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS LUGO / LA VOZ

LUGO

Felipa Jove, en el centro, con responsables de la Fundación Iberdrola, de la Consellería de Política Social y del Concello, ante la Casa da Cultura de Vilalba, tras la reunión mantenida este jueves
Felipa Jove, en el centro, con responsables de la Fundación Iberdrola, de la Consellería de Política Social y del Concello, ante la Casa da Cultura de Vilalba, tras la reunión mantenida este jueves LAURA LEIRAS

La iniciativa se desarrolla en la Casa da Cultura y permite aprender capacidades para la inclusión laboral

22 may 2025 . Actualizado a las 17:49 h.

Vilalba se ha convertido en sede de una acción formativa del programa Madres, impulsado por la Fundación María José Jove, que cuenta con el apoyo de la Fundación Iberdrola y de la Xunta. Un grupo de mujeres —son 20, según la información trasladada este jueves por la Fundación María José Jove— reciben estos días, en la Casa da Cultura de la capital chairega, formación que les permite aprender capacidades para la inclusión social. En el curso hay también dos hombres, según desveló ayer la alcaldesa de Vilalba, Marta Rouco.

Felipa Jove acudió este jueves a Vilalba —adonde también se desplazaron el director de la Fundación Iberdrola, Jaime Alfonsín, y el director xeral de Familia, Jacobo Rey—, en donde explicó la evolución seguida por el plan. Surgió hace cinco años y dio sus primeros pasos en A Coruña, aunque luego abrió su campo de acción: así, este año, dijo Felipa Jove, también está previsto celebrar una actividad del programa Madres en O Barco de Valdeorras.

Quienes asisten al curso de Vilalba son mujeres cuya edad va de 27 años en adelante; son españolas o extranjeras que están regularizando la situación, y están solas o con hijos a su cargo. Las personas que reciben la formación fueron derivadas por el área de Servizos Sociais del Concello vilalbés. Una rasgo que destaca la fundación sobre este programa formativo es que las personas inscritas carecen en España de apoyo familiar, ya que sus familias están en el país del que proceden.

Pisos compartidos o casas de acogida son su forma de residencia, mientras su formación académica ofrece una gran variedad: unas esperan homologar sus títulos universitarios, mientras otras apenas completaron estudios básicos. Su formación laboral y su experiencia se centran en la hostelería, en el cuidado de personas dependientes o en la limpieza.

Condiciones precarias

Sus condiciones de trabajo suelen ser precarias, ya que por lo general no tienen contrato ni horario fijo. Esa inestabilidad, según la información de la Fundación María José Jove, es un impedimento o una barrera para la conciliación familiar o para el alquiler de una vivienda. Por otro lado, los datos ofrecidos ayer muestran que las personas favorecidas por el programa van más allá de quienes reciben formación: por ejemplo, en el Informe de Impacto Social de la fundación correspondiente al 2024 se recoge que participaron 185 mujeres, pero a esa cifra hay que añadirles los 126 menores hijos de esas personas.

Por otra parte, en las instituciones públicas y privadas que participan o acogen estas actividades hay gratitud hacia la tarea de la fundación. El presidente de la Fundación Iberdrola, Jaime Alfonsín, recalcó que se trata de una iniciativa que «encaja perfectamente», por su apuesta por la inclusión y por la formación, en los criterios de su entidad. El director xeral de Familia, Jacobo Rey, explicó que la colaboración entre instituciones públicas y privadas suponía la mejor forma de luchar contra la exclusión.

La regidora vilalbesa, Marta Rouco, agradeció que este plan formativo llegase a municipios como Vilalba y deseó que las personas inscritas lo llegasen a aprovechar.