Álex Clavero: «El espectáculo que llega hoy a Lugo es el mejor de toda mi carrera»

Álex Clavero (Valladolid, 1981) se alimenta de su día a día y de la cotidianidad para hacer humor. Cree que de casi todo se puede hacer chistes, por lo que basó su show «La nueva normalidad» en las situaciones ridículas que trajo consigo la pandemia. «El público se reirá cada treinta segundos», promete como carta de presentación de su show, que llega a Lugo este viernes 30 de mayo con casi todas las entradas vendidas. Las que todavía siguen disponibles se pueden adquirir online (entradas.ataquilla.com) o en la taquilla del Auditorio Gustavo Freire, que acogerá su espectáculo a partir de las 21 horas. 

—¿En este espectáculo aúna todo lo aprendido a lo largo de su trayectoria?

—Sí, además creo que se nota la evolución de mi trabajo con los años, he aprendido muchas cosas por el camino. Este espectáculo ha tardado en llegar a Galicia y ya me estoy despidiendo de él, pero puedo decir que es el mejor que he hecho en mi vida.

—Dice que hace un humor tan blanco como su piel. ¿Por qué se decanta por este tipo de chistes?

—Desde siempre me ha gustado analizar los movimientos sociales y el comportamiento del ser humano, de hecho por eso eso estudie Sociología. Estas anécdotas del día a día me dan para chistes constantemente. El humor blanco es como yo, muy costumbrista, se basa en lo que se ve y hace que la gente se sienta protagonista e interpelada porque se ven a ellos mismos en lo que cuento. En general no me gusta incomodar a la gente y me encuentro bien en este tipo de humor.

—Ha colaborado en El Hormiguero y en otros programas de mucha audiencia. ¿Qué hace distinto su espectáculo de estas grandes producciones?

—La repercusión que tiene. Hice monólogos en El Hormiguero y me veían 3 millones de personas en directo. Ahí todo lo que sale de tu boca ya no se puede borrar y eso conllevaba una responsabilidad muy grande. En un teatro puedes acertar o no, pero la repercusión es mucho menor. Se sobreentiende que es en directo y tiene menos peso, pero en los medios de comunicación tiene mucho más alcance. No lo echo de menos porque no llegué a acostumbrarme a esa vida. A día de hoy no me llama demasiado estar en la pequeña pantalla porque me he acomodado mucho en la radio.

—¿De dónde surgió la inspiración para crear este show?

—De la pandemia, como bien indica el título «La nueva normalidad». A raíz de esa gran movida que vivimos quise hacer reír a la gente en los peores momentos. Las cosas dramáticas dejan también muchas situaciones ridículas y me agarré a eso para sacarle el chiste a todo lo que tuviera posibilidades de hacer reír. Había muchas anécdotas que no quería que se olvidaran y quería plasmarlas en un show, como por ejemplo cuando la gente salía disfrazada o con mascarillas de todo tipo hechas en casa. He podido contar eso y cómo ha sido la evolución desde entonces, cómo era la normalidad antes y cómo es ahora. Estoy enamorado de este show y garantizo que la gente se va a reír cada treinta segundos, porque cada linea tiene comedia. Eso sí, también se hace una reflexión profunda. Cuando tenemos miedo somos mejores, pero solo es porque ayudando al otro te ayudas a ti mismo. Cuando pasa el temor la cosa cambia y de repente estás todo el día cabreado porque te has quedado sin batería en el móvil. El show se detiene a valorar lo pequeño y cotidiano.

—¿Qué expectativas tiene respecto a la función de este viernes en Lugo?

—Altas, creo que este show que ya se ha hecho por toda España tendrá una gran acogida. En Lugo y en Ourense espero petarlo como en el resto de funciones de la gira. De hecho, está prácticamente lleno y esperamos poder vender las entradas que quedan.

—¿Por qué escogió la ciudad amurallada para su gira?

—Mis representantes son de Sarria, así que tengo mucha conexión con Lugo. Además, todas las capitales de provincia están dentro de esta gira. Por problemas de agenda ha costado un poco llegar a Galicia, pero teníamos que estar aquí. Ademas, tengo mucha afinidad con el norte por el tipo de humor que se hace. Parece que somos más recios y quizá por eso conecto mucho con el público.

—¿Cree que hoy en día se puede hacer todo tipo de humor?

—Sobre los límites del humor tengo una frase: no hay que ponerle límites sino sentido. Todo el mundo debería tener un poco de sentido del humor, pero también sentido común. ¿Se puede hacer un chiste en un tanatorio? Por supuesto, a veces hasta va bien. Pero hay otras situaciones en las que no se debe ni se puede recurrir al humor. Hay que saber diferenciarlo. 

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