Acuerdo de colaboración entre Concello de Lugo y Xunta para hacer la playa fluvial en Los Robles

LUGO

Fernández expone a Rueda la necesidad de construir una nueva sede para la protectora
02 jul 2025 . Actualizado a las 00:20 h.Crear una playa fluvial en Los Robles y construir unas nuevas instalaciones para la Protectora fueron necesidades trasladadas este martes por el alcalde de Lugo al presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, con quien se entrevistó en Santiago de Compostela. En el encuentro, de más de una hora, se abordaron otros temas; pero el regidor admitió tras la reunión —en una entrevista de Raquel González en Voces de Lugo, de Radio Voz— que esos dos habían alcanzado un mayor grado de concreción y que se preveía la firma de sendos protocolos para avanzar en las gestiones.
Sobre la playa fluvial en Los Robles, el regidor admitió que la costumbre era un potente argumento para defender esa ubicación. Fernández reconoció que era una zona «á que historicamente acudían os veciños», aunque también aceptó que se trataba de uno de los proyectos pendientes en la ciudad. «Temos que avanzar e comprometernos todos», afirmó Fernández tras la reunión.
Esa alusión al compromiso está relacionada con la necesidad de participación de otras administraciones. Como admitió el alcalde tras la reunión, resulta imprescindible la intervención de la Diputación y también de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil.
También hace falta, en opinión de Fernández, espíritu de colaboración a tres bandas (Concello, Diputación y Xunta) para conseguir una nueva sede para la protectora de animales.El alcalde cree necesario que se ejecute «canto antes» una amplia reforma de las instalaciones, situadas en la parroquia de Santa María de Muxa. En la reunión se acordó que próximamente se firmen sendos acuerdos de colaboración entre el Concello y la Xunta.
Museo de la romanización
Aunque esos dos fueron los asuntos a los que Fernández se refirió como más encauzados y objeto prioritario en sus reclamaciones, no fueron los únicos. En el encuentro se abordaron temas tan variados como el museo de la romanización, el centro de salud del barrio del Sagrado Corazón o la prolongación de la avenida Vila Verde. Sobre el museo, el regidor recordó la ya vieja aspiración de convertir el cuartel de San Fernando en un centro que exhiba y explique el legado romano, y se espera que la Xunta realice obras de conservación, fundamentalmente en la cubierta, para que el Concello acuda con más garantías al programa estatal Dos por ciento cultural.
Dicho programa establece que en contratos de obras públicas se dedique al menos el uno por ciento a conservar y enriquecer el patrimonio histórico o a estimular la creatividad artística. La Xunta se mostró dispuesta a colaborar, según explicaron fuentes de la Consellería de Presidencia, que recordaron que en los presupuestos autonómicos hay una partida de 500.000 euros para ese fin.
En cuanto al centro de salud, Fernández dijo confiar en una rápida solución para disponer de los terrenos. El acuerdo con Abanca está, afirmó el alcalde lucense, muy avanzado, aunque se mostró incluso dispuesto a acudir a la expropiación si fuese necesario. «Ese centro de saúde hai que construílo», subrayó.
En cuanto a la prolongación de la citada avenida, el Concello la ve como la mejor solución al tráfico en la zona de Fontiñas, puesto que, dijo Fernández, facilitaría la creación de zonas de aparcamiento e impulsaría la fluidez en la circulación. Por otro lado, se abordó también la necesidad de avanzar en el saneamiento de la parroquia de Esperante.
El gobierno autonómico presume de «feitos» en su apuesta por la vivienda pública en la ciudad
Fuentes de la Consellería de Presidencia —su titular, Diego Calvo, estuvo presente en el encuentro— destacaron tras la reunión la apuesta con «feitos» que el gobierno autonómico está llevando a cabo en Lugo. En primer lugar, se refirió a las 460 previstas en Garabolos, de las que 146 tienen las obras adjudicadas y el resto está en la licitación de los proyectos. También se refirió al desarrollo de suelo residencial en el Sagrado Corazón, en donde se prevé la construcción de 1.200 viviendas y se ha adjudicado la redacción del proyecto.
Por otro lado, el acuerdo alcanzado para la permuta de parcelas entre Angelo Colocci, Illa Coelleira y Paradai posibilitará que se construyan 137 viviendas, de las que 113 tienen ya proyecto y dirección de obra licitados. La referencia de la Xunta a la política de vivienda incluyó también alusiones al centro histórico, en donde este año se prevé la rehabilitación de dos casas en el barrio de A Tinería (los números 18 y 22 de la calle de la Catedral) y de dieciséis en el entorno del pazo de Dona Urraca, un proyecto para el que ya se presentaron diecisiete propuestas.
Fernández se interesó por el casco histórico y pidió a la Xunta que diese la mayor agilidad posible a las obras. También está dentro del recinto amurallado el edificio conocido que se conoce como pabellón de la OJE (siglas de la Organización Juvenil Española) y que, admitió el regidor, habrá que recuperar. En este caso, de todos modos, hay una parte de la instalación que es de titularidad privada, lo que obliga a avanzar con prudencia. El alcalde se mostró partidario de poder usar el edificio con fines deportivos y lúdicos.
Actitud de «lealdade institucional» sin que el municipio sea discriminado
El alcalde lucense se mostró dispuesto a mantener una postura de «lealdade institucional» con la Xunta. El trato al que el Concello aspira no se apoya en una pretensión de superioridad frente a otras ciudades, pero tampoco se aceptará, dijo, que el municipio sea discriminado. Un ejemplo de la postura que quiere seguir el Concello lucense está en el Plan Paradai, cuyo final reclaman vecinos del norte de la ciudad, que anteayer se concentraron.
Fernández ofreció «man tendida para avanzar», y consideró que las demandas de los vecinos estaban apoyadas en. reclamaciones «xustas e lóxicas».