El San Froilán, una fiesta que no entiende de edades: «Xa viña no carro e agora con 80 anos aquí sigo»

Paula Álvarez García
PAULA ÁLVAREZ LUGO / LA VOZ

LUGO

El San Froilán lo disfrutan de igual forma miles de personas de diferentes edades, gustos, particularidades y procedencias

09 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La emoción del San Froilán puede vivirse de tantas maneras como edades y gustos hay. Se trata de una festividad tan arraigada en la provincia, con una programación tan amplia, que pocas son las personas que no la pisaron alguna vez en su vida. Pero está claro que, cuando hay niños, la cosa cambia. Ningún pequeño quiere escuchar hablar del San Froilán y quedarse sin subir a las atracciones. Ese es su mayor atractivo, y el motivo que arrastra a miles de familias al recinto. «Levamos vindo toda a vida, pero dende que temos nenos sabemos que temos que traelos ás barracas polo menos un día», cuentan unos padres que pasean felices por el recinto.

En el caso de los más jóvenes, los motivos de disfrute suelen estar en los conciertos, en la programación de calle y en las ofertas de hostelería, especialmente por la noche. Si bien es cierto que suelen verse también en las barracas más atrevidas, y este año especialmente en la noria, que volvió a la ciudad tras más de una década. «Los planes de día son diferentes a los de la noche, pero se respira un ambiente agradable que anima a salir a la calle a cualquier hora», asegura Raquel, una joven lucense que no se pierde ninguna edición de las patronales.

Los encuentros familiares, comidas y cenas, son también protagonistas. Muchas son las personas que se desplaza a Lugo en estas fechas para aceptar la invitación de familiares que viven en la ciudad, y aprovechan para disfrutar de la programación. «Temos aquí amigos que sempre nos invitan a comer no día de San Froilán e non podemos fallarlles», explica un matrimonio procedente de Becerreá. Sin olvidarse de las casetas del pulpo, la oferta gastronómica que aglutina a familias completas durante los ocho días que dura el San Froilán.

En el caso de los más mayores, suelen encontrar el disfrute en el compromiso a la tradición, la tranquilidad y el arraigo a su tierra. Una mujer que prefiere no revelar su nombre cuenta que «xa de pequena meus pais me traían no carro e agora, que teño 80 anos, non perdo esta festa». «Virei ata que poida», insiste la mujer mientras recorre el recinto acompañada de su hija y su yerno.

Las motivaciones son muy diferentes, y manera en la que se disfruta la fiesta también. Pero si algo puede concluirse, tras un intenso paseo por el San Froilán y varias conversaciones, es que las patronales no entienden de edades y su capacidad de unión traspasa fronteras. Asistentes de toda la provincia, e incluso de fuera de ella, se reúnen estos días para brindar por Lugo y por sus fiestas.