Myles Cale, jugador del Barça: «Sí podría tener el balón en mis manos y podría crear para otros compañeros»

Millán Gómez LUGO / LA VOZ

LUGO

VICTOR SALGADO

El alero del próximo rival del Breogán es el perfecto jugador de equipo

24 oct 2025 . Actualizado a las 18:30 h.

Myles Alexander Cale (Delaware, 1999) fue uno de los fichajes del Barça este pasado verano. Especialista defensivo de exteriores, siempre concentrado para el rebote, notable triplista, potente penetrando a canasta y jugador perfecto de equipo. Campeón de la Copa de Italia en la pasada temporada y también ganador de una Copa en Bélgica. El Breogán visita este sábado a su Barça en el Palau Blaugrana en la cuarta jornada de la Liga ACB (19 horas, DAZN). 

 -¿Cómo se siente en el Barça?

 - Me siento genial por estar aquí, por jugar con tantos veteranos en mi equipo. Les saco partido a mis compañeros, a los entrenadores, a mis compañeros. Estoy aprovechando la oportunidad, la estoy aprovechando al máximo, todo lo que puedo. Siento que somos un gran equipo y un gran grupo en el vestuario. Está siendo divertido. Y Barcelona es una ciudad preciosa, hay muchísimo que hacer, es una ciudad genial y me ha encantado. 

 -¿Cómo es jugar como local en el Palau Blaugrana?

 - ¡Oh, sí, el Palau es genial! Te animan y no paran de apoyarte. Tenemos que jugar un poco mejor para nuestra afición porque están con nosotros. Son aficionados típicos, si las cosas van bien te van a querer. Yo los adoro, quieren verte jugar con energía. Mientras juegues con energía y te esfuerces, te apoyarán y querrán luchar por ti. 

 - Mi sensación es que usted representa lo que debe ser un perfecto jugador de equipo. ¿Se siente así?

 - Definitivamente soy un jugador que prioriza al equipo. Estoy haciendo lo necesario para ganar, haciendo los pequeños detalles, esos pequeños intangibles en la cancha. Siento una explosión de energía en mí si puedo ayudar al equipo. Intento ser lo más agresivo posible en cualquier situación. Intento controlar todo lo que puedo. Las pequeñas cuestiones como la comunicación y la atención siempre se pueden controlar, y eso es lo que mejor hago. Juego con mucha energía y con mucha concentración. Es lo que puedo aportar. 

 - ¿Está contento por haber jugado todo el último cuarto contra Zalgiris pese a la derrota?

 - Sí, sí, tengo un entrenador que cree que puedo jugar, que puedo jugar a este nivel y puedo demostrar mi juego. Ayer mismo (por el jueves) sentí que podíamos. Si retrocedo un poco y pienso en posesión tras posesión, pienso que fue en el último cuarto cuando mostramos una mejor defensa, la energía era diferente. La afición del Palau pudo apreciarlo un poco. Mis entrenadores y mis compañeros se sienten bien estando yo en el equipo. Estoy aportando lo que puedo. 

 - ¿Cómo es Joan Peñarroya como entrenador?

 - Siento que Joan está haciendo un gran trabajo, está haciendo todo lo que puede. Tiene muchas ganas de ganar, tiene muchas ganas de que su grupo triunfe. Siento que no todo depende de él. Está centrado en el aspecto defensivo. Incluso en ataque, siento que cuando jugamos todos en sintonía todos movemos el balón y todos nos comunicamos. En esos momentos, nuestros partidos y nuestro juego son hermosos. Veo el lado bueno de las cosas, aunque también puedes ver el lado malo, que es solo la inconsistencia, simplemente no todos estamos en sintonía, no todos estamos siendo consistentes. Joan está haciendo lo que puede. No siento que sea un exceso de táctica, no es eso, simplemente necesitamos ser más consistentes y jugar los partidos como solemos hacerlo. Cuando jugamos bien se ve un baloncesto hermoso. Jugamos bien y tenemos que sumarle la consistencia. 

 - ¿Le gustaría tener más el balón en sus manos?

 - La ACB es la mejor liga profesional. Yo soy novato en un equipo con muchos veteranos. No pregunto si mis compañeros y mis entrenadores creen que necesito más el balón. Sí tomaría más el balón y sería más agresivo en ese sentido porque siento que forma parte de mi juego. Sí podría tener el balón en mis manos y podría crear para otros compañeros si fuera necesario, pero en mi rol actual en el equipo tengo que aportar lo que pueda. Siento que eso es lo que he estado haciendo. Si me piden algo diferente estaré listo para empezar con un nuevo rol. 

 - Tiene mucha capacidad reboteadora. Promedia 4,3 por partido en las tres primeras jornadas de la ACB. ¿Cómo trabaja este aspecto del juego?

 - Consigo todos los rebotes que puedo. Necesitamos cerrar los rebotes y crear segundas oportunidades para nosotros, todas las que tengamos. Joan (Peñarroya) lo dice y yo hago lo que sea necesario para conseguir todo tipo de rebotes. Así es como te mantienes en la cancha y sigues jugando. El rebote es algo que puedes controlar para salir en transición, es un poco de instinto. Tengo instinto para el rebote. Voy y voy a buscarlo. 

 - Usted es un especialista defensivo, tiene manos rápidas. ¿Cómo trabaja este ámbito?

 - Tengo un don para el atletismo, tengo manos rápidas y tengo pies rápidos. Puedo mover muy bien los pies. Intento estar concentrado en todo momento y me esfuerzo al máximo. Me funciona y así es como puedo aportar al juego. Intento estar lo más activo posible, intento usar las manos, conseguir recuperaciones, incomodar al rival. Intento ser la mejor versión posible de eso. 

 - ¿A qué compañeros del Barça destaca?

 - Diría que Will Clyburn y Kevin Punter. Han sido muy francos conmigo, me han ayudado en todo lo que han podido. Incluso (Tomas) Satoransky ha sido un gran ejemplo a seguir para mí. Les escucharé digan lo que digan. Son muy prácticos, están atentos y tienen la mente abierta. También Lapro (Nicolás Laprovittola) ha sido un muy buen ejemplo a seguir para mí. Incluso los más jóvenes, como Joel (Parra), han sido geniales conmigo. Joel me ha estado ayudando, lleva mucho tiempo jugando en España y ya es su tercera temporada en el Barça. Willy (Hernángomez) ha sido genial. Todos los chicos han sido fenomenales, cada uno a su manera. Pero diría que los principales que me han enseñado son, sin duda, Will Clyburn, Kevin Punter y (Tomas) Satoransky.

 - ¿Qué sabe del Breogán?

 - Sinceramente, no sé mucho. Vimos hoy (viernes) mucho vídeo del partido de ayer (jueves) contra Zalgiris. Hablamos mucho de nuestro partido. El día de partido veremos vídeo del Breogán cuando tengamos la oportunidad. No queremos tomar a nadie a la ligera. Jugamos en el Palau y, sin duda, queremos darles una victoria a nuestra afición porque, sin duda, se la merecen. Y se la debemos. Haremos lo que sea necesario. Sería una victoria de recuperación. Queremos mostrarles una faceta completamente diferente de nosotros a la que vieron contra Zalgiris. Hemos estado jugando bien algunos partidos, pero queremos demostrárselo. 

 - Jugó en la Lega italiana la temporada pasada en el Aquila Basket Trento. ¿Qué diferencias percibe entre la Lega italiana y la ACB?

 - La velocidad. La velocidad es mucho mayor. Diría que el ritmo y la velocidad son mucho mayores. Los equipos de la ACB también tienen más talento, incluso los equipos de la mitad inferior de la clasificación. Puede que no tengan los jugadores más talentosos ni el mayor presupuesto, pero son jugadores que pueden jugar con nosotros, se merecen estar en la ACB. Incluso jugamos un partido contra Lleida y perdimos. Obviamente no tienen el mismo presupuesto que nosotros, pero sí juegan igual de duro que nosotros. Ahí mismo es donde se nota que la ACB es una liga muy competitiva de arriba a abajo de la clasificación. Es una liga definitivamente diferente. Los equipos de abajo son un poco más fuertes en la ACB que en Italia.

 - ¿Cómo valora su temporada pasada ganando la Coppa Italia y siendo un jugador muy destacado?

 - Siento que mi temporada pasada fue histórica. Este equipo de Trento nunca había ganado nada desde que ascendieron a la primera división de baloncesto de Italia. Me sentí bien siendo parte de la historia y pudiendo ganar un título. Teníamos un gran equipo. Teníamos a Quinn Ellis, que ahora juega en Olimpia Milano, teníamos a Jordan Ford o jugadores como Selom Mawugbe. Teníamos muchos jugadores con mucho talento. También teníamos una leyenda como Toto (Andrés) Forray, que fue un gran modelo a seguir para mí. Fue genial jugar en Trento. Todo el cuerpo técnico es fenomenal. Teníamos gente estupenda entre bastidores en la directiva, grandes entrenadores y gente estupenda. Todo era muy familiar. Me sentí bien formando parte de un grupo así. Muchas veces eso no se da. Es especial cuando tienes la oportunidad de jugar en un equipo que se siente así. 

 - Jugó dos temporadas en la liga de Bélgica en el Limburg United. ¿Cómo es el nivel de la liga belga?

 - No es tan alto como Italia o España. Así a todo, todos los niveles están creciendo en el baloncesto. Hice un buen trabajo en Bélgica demostrando lo que puedo hacer y los equipos me vieron. Hay buenos equipos como (Filou) Oostende, (Windrose Giants) Antwerp y (Spirou Basket Club) Charleroi. Esos equipos son realmente buenos. Es una liga en la que tienes que demostrar lo que vales. Tuve la suerte de formar parte de un equipo ágil que tenía mucha hambre de anotar y de ganar. Terminamos ganando una Copa allí y eso hizo que se hablase mucho de nosotros. Aprovechar cada oportunidad que tuve en Bélgica fue una buena oportunidad. Me alegró conocer a esos jugadores y me alegró también jugar bien. 

 - Usted fue compañero de Romaro Gill, jugador del Club Ourense Baloncesto, en Seton Hall Pirates, en la NCAA, durante dos temporadas. ¿Cómo recuerda a Romaro Gill?

 - Era un tipo genial y simpático, sin maldad ninguna. Cuando llegó a Seton Hall, a mi universidad, era muy joven y muy inexperto. No sabía jugar al baloncesto, así que fue aprendiendo sobre la marcha. Cuando llegó a su penúltima o última temporada, ya era un gran jugador. Encontró su nicho, su lugar. Su defensa era fenomenal, sabía cómo alterar los tiros, cómo taponarlos. Yo sabía que cada vez que alguien penetraba en la zona, él estaba ahí abajo e iba a taponar un tiro. Nos lo puso muy fácil. Luego empezó a ser capaz de atrapar balones altos, fue capaz de atrapar balones por encima de los defensores y "alley-oops". Recuerdo que no podía atraparlos al principio. Pero ya en su última temporada, atrapaba pases picados, era capaz de recibir todos esos pases difíciles y hacía mates. Fue una locura verlo jugar, su desarrollo fue fenomenal. Me quito el sombrero ante el cuerpo técnico de Seton Hall porque lo convirtió en un gran jugador, especialmente un entrenador llamado Grant Billmeier, que hizo un gran trabajo desarrollando a Romaro Gill. 

 - ¿Qué aprendió en la NBA G-League jugando un partido con los Greensboro Swarm, equipo afiliado a los Charlotte Hornets?

 - Sí, jugué un partido. Es como una oportunidad única en la vida. Te dejan salir a la pista y jugar. Es una competencia libre. Tienes la oportunidad de demostrar lo que puedes hacer. Es una competición mucho más abierta. Anoté 15 puntos en ese partido, sentí que fue bastante fácil empezar. En la G-League hay mucho más espacio para jugar, es más fácil anotar. Ojalá pudiera haber jugado un poco más en la G-League.