Multa de 270 euros por maltrato animal para el hombre que abusó de una vaca en Castro de Rei
LUGO
El juez explica que el sujeto entró en la granja y ató a la res para inmovilizarla. El condenado no asistió al juicio celebrado este lunes
12 nov 2025 . Actualizado a las 21:10 h.El Juzgado de Instrucción número 1 de Lugo solamente ha necesitado dos días para decidir condenar a un hombre como autor de un delito leve de maltrato animal por haber abusado sexualmente de una vaca en una pequeña explotación ganadera de la parroquia de Triabá (Castro de Rei). La sentencia, emitida este martes, considera los hechos un «maltrato grave» y le impone al condenado una pena de multa de 45 días a razón de seis euros diarios, un total de 270 euros. Además, se le impone la inhabilitación especial para el ejercicio de cualquier profesión, oficio o comercio relacionado con animales, así como para la tenencia de los mismos, por un período de cuatro meses.
El juicio se celebró este lunes sin la presencia del acusado, algo que la ley permite al tratarse de un delito leve. Su abogada solicitó la libre absolución, aunque la incomparecencia del protagonista ha acabado costándole cara. Su ausencia fue lamentada por el dueño de la explotación, quien durante la vista expresó su principal preocupación: «Non vou reclamar nin os gastos do veterinario nin nada. É unha perda de tempo, vendo ademais que este home nin se presentou hoxe... Solamente pido que pague polo que fixo e que non volva traballar con nenos, porque se dedica a levar as atraccións das festas e alí está cheo de pequenos».
Los testimonios del juicio
Los hechos probados en la sentencia ocurrieron sobre las seis de la mañana del pasado 29 de junio, coincidiendo con las fiestas de Triabá. El procesado accedió al establo y se dirigió a una vaca preñada, según consta probado en la sentencia.
Fueron los propietarios quienes lo descubrieron. La madre del dueño, según relató en el juicio, bajó a la cuadra «porque escuchaba a las vacas como inquietas, haciendo ruido». Al asomarse, vio al hombre «subido a un taburete para ponerse a la altura de una de las vacas». La sentencia complementa que el hombre inmovilizó al animal «tras sujetarle la cabeza con una cuerda y hacer lo propio con el rabo del animal, facilitando así el acceso a la zona [...] e impidiéndole reaccionar naturalmente». La testigo, que lo vio «de espaldas», no pudo ver si tenía los pantalones bajados, pero sí percibió que «estaba muy entretenido» y le escuchó decirle al animal «quietiña, oh», afirma la resolución.
Inmediatamente, avisó a su hijo. Tras encararse con él, y ante las evasivas del intruso, el dueño le espetó directamente: «Ti non estarías violando á vaca, verdade?». La respuesta, según el denunciante, fue afirmativa. La sentencia acepta esta confesión extrajudicial, indicando que el procesado «así se lo reconoció», aunque no la valora como principal motivo de la sentencia condenatoria.
El fallo
Durante el juicio, la Fiscalía solicitó una multa de 360 euros. La defensa, por su parte, alegó que la denuncia estaba «plagada de contradicciones» e intentó anular la confesión, pidiendo la absolución «al margen de las consideraciones éticas o morales que podamos tener».
Sin embargo, el magistrado rechaza frontalmente este argumento en la sentencia. Si bien reconoce la ausencia de lesiones, el fallo establece que el maltrato grave sí existió. La sentencia es contundente al afirmar que supone «un menoscabo y una humillación para la vaca, que sin duda puede reputarse como grave».
El juez fundamentó la condena en esta «prueba indiciaria», considerando que el conjunto de indicios (la confesión, la forma en que ató a la vaca, el taburete y su actitud) disipaba cualquier duda, destacando además que «su silencio en el juicio puede ser valorado también como elemento corroborador».
La defensa del condenado ha anunciado que recurrirá esta sentencia.