El ala-pívot lucense visita al Lugo Sala en eliminatoria de Copa del Rey
19 nov 2025 . Actualizado a las 00:05 h.Adrián Rodríguez Mosteirín "Pirata" (Lugo, 2000) fichó este pasado verano por el Movistar Inter FS después de cinco temporadas en el Noia FS, las tres últimas en Primera. Marcó su primer gol el pasado sábado precisamente en Noia (2-2). Jugador formado en la SDC Residencia, en el Club Deportivo Lugo y en el Prone Lugo, con el que compitió en Segunda División. Su Movistar Inter visita al Lugo Sala este miércoles en dieciseisavos de final de Copa del Rey en eliminatoria a partido único en el Palacio de los Deportes de Lugo (20:45 horas).
—¿Cómo se está encontrando estos primeros meses en el Movistar Inter FS?
— Contento, la adaptación está siendo bastante buena. Llegar a un club histórico y referente como Movistar Inter es un paso grande en la carrera de cualquier jugador, pero me siento bien, me sentía que estaba preparada para que fuese en este momento. El club, tanto cuerpo técnico, compañeros y demás personal del club, me han puesto y me están poniendo las cosas fáciles, a pesar de que a nivel de resultados lógicamente no se está dando todo lo bien que quisiéramos, pero estoy seguro que esto va a cambiar porque las sensaciones son otras.
—Ya jugó en Lugo este año natural con el Noia FS en semifinal y final de Copa de Galicia, ¿pero qué supone venir a Lugo con la camiseta del Movistar Inter?
No me imaginaba que esto pudiese pasar y más si me voy simplemente atrás un año, ya no te hablo de más tiempo, pero es el destino, que Lugo Sala lograse eliminar al Burela y justo se dio en el sorteo este Lugo Sala-Inter. Va a ser un día muy bonito porque es volver a mi casa, donde estarán mi familia y muchos amigos en la grada. Lugo merece disfrutar de este partido histórico porque es un pabellón en el que se han vivido muchos y que después de un tiempo se vuelve a vivir esto es muy bueno para todos.
—¿Qué referencias tiene del Lugo Sala actual?
—La Segunda B es una liga competitiva. Además, esta eliminatoria es una clasificación a un partido. Somos una plantilla de Primera División con grandísimos jugadores, pero no vale solo con eso. Lugo Sala es competitivo y encima ahora con la incorporación también de Álex Diz, que es un jugador que ya estuvo en Primera División. Para ellos va a ser uno de los días que más motivación tendrán porque es lógico y todos hemos vivido esos momentos de jugar contra un equipo más grande en el que quieres hacerlo todo.
—¿Cómo es Alberto Riquer como entrenador?
—Es una persona y un entrenador que tiene las ideas muy claras y eso es clave. Tiene muchísima experiencia como jugador y es una ventaja como entrenador porque te permite entender mucho al jugador en determinados momentos y gestionar bien el grupo. Me siento muy contento con él a pesar de llevar poco tiempo con él. Me ha demostrado confianza desde el primer momento y yo también se la quiero devolver en la pista.
—¿Qué le pide Alberto Riquer a usted a nivel táctico?
—Ser el jugador que me ha hecho llegar hasta ahí, mi perfil ofensivo y más en el esquema, en la forma de jugar de Alberto. Yo sabía que me adaptaría bien por mi forma de jugar porque es un estilo diferente, que propone mucho fútbol sala, propone mucho balón, propone ganas de tener el control y eso a mí me beneficia por mi forma de jugar. Y luego seguir siendo sacrificado en defensa porque el fútbol sala de hoy en día no te permite tener un mínimo despiste. Tenemos que estar a nuestro mejor nivel físico para defensivamente estar bien y ser un equipo completo, atrevido, valiente, que propone. Es parte de la personalidad de Alberto.
—¿Cómo es jugar en el Pabellón Jorge Garbajosa de Torrejón de Ardoz? Es un pabellón simétrico y compacto, perfecto para fútbol sala.
—Sí, a mí siempre me había llamado mucho la atención e incluso dejando a un lado que el club que juega ahí seguramente lo magnifica más, como es Inter, pero es un pabellón, como dices, que tiene las dimensiones perfectas para un deporte como el nuestro y en el que se respira mucho fútbol sala. Es un privilegio para mí jugar ahí cada quince días. Es un pedazo de pabellón. Cada día, incluso en los entrenos, llama la atención y cada día te fijas en una cuestión nueva.