Una exposición que demuestra el valor del arte como arma terapéutica en el HULA

Lucía Blanco
Lucía Blanco LUGO / LA VOZ

LUGO

Laura Leiras

El hospital de Lugo inauguró una nueva edición del mercado «Arte no Hospital» con las piezas creadas por los pacientes de psiquiatría en los talleres de rehabilitación. «Non é so unha mostra artística, é sobre todo un testemuño de superación persoal», explica la jefe de Psiquitría, la doctora Cores

26 nov 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde abanicos, cuadros, velas, bolsas de tela, camisetas, adornos navideños hasta piezas más singulares como una noria de madera o pulpos antiestrés tejidos a mano componen este año la nueva edición de Arte no hospital. La muestra recoge las creaciones realizadas por pacientes en los talleres ocupaciones del hospital de día de salud mental del HULA y del centro de rehabilitación de Calde.

«Cada traballo conta unha historia e cada historia merece ser escoitada», señalaba este martes la doctora Paula Cores, jefa de Psiquiatría del hospital de Lugo, durante la inauguración del mercadillo, que llega a su undécimo edición y que puede visitarse hasta este jueves en el vestíbulo. La iniciativa, que es una tradición consolidada en el hospital lucense, contribuye a visibilizar la importancia de la rehabilitación psicosocial.

Cada obra que se pone a la venta expresa la capacidad de imaginar, de comunicar, de transformar la propia experiencia a través de la creatividad y demuestra el valor del arte como arma terapéutica. «Non é so unha mostra artística, é sobre todo un testemuño de superación persoal», añadía la jefa de Psiquiatría, quien agradecía a los pacientes por querer compartir sus trabajos y por recordarles que el talento y la sensibilidad florecen en los momentos más complicados.

Pero la iniciativa no se podría llevar a cabo sin la implicación y el compromiso de todo el equipo de profesionales que impulsan proyectos como este y hacen posible que «moitas persoas atopen na expresión artística un apoio valioso para o seu benestar». El gerente del área sanitaria, Ramón Ares, recordó que la exposición es un reflejo del trabajo diario y del proceso de recuperación de los beneficiarios de las actividades, que incluyen pintura, costura o trabajo con madera. «Eles tamén ven que o que están facendo loxicamente ten utilidade, é valorado por todo o público e polos usuarios que se achegan ao hospital», indicó Ares.

Lo confirmó Almudena Díaz, subdirectora general de Atención a la Salud Mental, también presente en la inauguración, que guarda en su despacho uno de los cuadros que se expuso el año pasado: «Lo miro y me hace sonreír viendo lo bien que tratáis a vuestros pacientes y lo bien que evolucionan con este tipo de talleres».

Fomentar la socialización

Los obradoiros se realizan con un objetivo terapéutico. Se trata de una actividad orientada a la resocialización para facilitar en este tipo de pacientes, que «habitualmente por su propia enfermedad viven en una situación de aislamiento, aunque estén rodeados, el trabajo en equipo, que puedan hablar e interactuar con otras personas», puntualizaba la doctora Cores. La expresión artística funciona así como una vía de comunicación con la que llegan a transmitir aspectos o inquietudes que de otra forma no podrían. Además, colaboran en la organización y planificación del mercado, de tal manera que se favorece su independencia y autonomía.

«Los pacientes lo disfrutan muchísimo, lo viven con mucha ilusión y después está el hecho de que los beneficios de la venta de los trabajos revierten de nuevo en rehabilitación psicosocial». En años anteriores, por ejemplo, con lo recaudado organizaron una comida campestre, una actividad de socialización con la que fomentan la inclusión en la comunidad.

Las expectativas para esta nueva convocatoria son igual de positivas, pues antes de que se inaugurara la propuesta, muchos ya se paseaban para hacerse con alguna de las piezas y, a pocos minutos de apertura, ciertos productos estaban agotados. Los que llegaron a tiempo tuvieron la suerte de llevarse a casa unas obras que, además de estar elaboradas con las manos, están hechas desde el corazón y confirman los beneficios de la expresión artística en la salud mental mientras se lucha contra su estigmatización.