El agua de la traída de Castro de Rei ya se puede beber tras casi cinco meses de problemas: «É unha tranquilidade»
LUGO
Los análisis de Sanidade revelan un nivel de arsénico por debajo del listón que obliga a imponer restricciones
19 dic 2025 . Actualizado a las 18:09 h.«É unha tranquilidade». El alcalde de Castro de Rei, Francisco Balado, se mostraba este viernes aliviado tras conocer los resultados de los últimos análisis del agua de la traída que sale de la captación de Quintela. Las últimas pruebas realizadas por la Consellería de Sanidade ofrecían unos niveles de arsénico de ocho microgramos por litro. Esos datos no solo avalan que el agua de la citada traída sea de nuevo apta para el consumo humano tras casi cinco meses de problemas, sino que además revelan una notable disminución del problema.
La recomendación de que el agua no se beba ni se use para cocinar aparece cuando los niveles de arsénico superan los diez microgramos por litro. Los datos aportados este viernes por el alcalde muestran que los niveles ya experimentaron un notable descenso, pues se recogían índices de ocho microgramos por litro. Esos datos coinciden con los de la empresa a la que el Concello de Castro de Rei encarga las pruebas. Las de la empresa que trabaja para la administración local ya ofrecían esos resultados a principios de este mes, mientras que las de Sanidade se movían en torno a doce microgramos por litro. Esa discrepancia, que no solía aparecer otras veces, causó sorpresa y hasta cierto malestar en el Concello.
Los problemas aparecieron a finales de julio. Al conocerse la situación, el Concello recomendó que no se utilizase el agua para consumo humano, una decisión que afecta a más de la mitad de las parroquias del municipio. El agua de la captación de Quintela abastece al núcleo más poblado (Castro de Ribeiras de Lea), al parque empresarial del municipio y a una zona donde la actividad ganadera está muy presente.
Obras previstas
Los trámites para mejorar la red de abastecimiento siguen su curso. Está previsto que el año que viene se lleve a cabo la primera fase, que consistirá, con una inversión de un millón de euros, en la colocación de un nuevo sistema de filtros fuera del depósito. En la segunda, con más de tres millones de inversión, se afrontarán actuaciones como la construcción de un nuevo depósito, de cuatro millones de litros de capacidad.