quí no se para, porque la Liga Endesa afronta un calendario comprimido en esta parte final del año, que hace que este tramo resulte muy importante para la competición. Y lo primero, está en recibir la visita en el Pazo de un Surne Bilbao Basket que llega firmando hasta ahora una más que aceptable temporada. Tanto en Europa, donde defienden título de la Europa Fiba Cup, como en la competición doméstica, en la que con sus cinco victorias, —todas en Miribilla— aunque eso no deja de ser más que una anécdota porque al final allí perderán, al igual que acabarán ganando a domicilio.
Pelean por lograr el pase a la Copa, objetivo que es consecuencia de su rendimiento en la liga. Un conjunto con el sello de su entrenador, Jaume Ponsarnau, sobre el que resulta complicado añadir algo original a lo ya contado. Un bloque muy coral y con unos roles claros y definidos, con una estructura táctica ofensiva y defensiva llena de recursos y matices. Con jugadores con oficio y conocimiento del juego. Desde la dirección de Melwin Pantzar hasta el nivel que partido tras partido muestra Hlinason en el juego interior, pasando por los minutos de mucha calidad de Harald Frey en el base y por una línea exterior con calidad y puntos de las manos del bien conocido Darrun Hilliard, Martin Krampelj, Justin Jaworski o Normantas.
Es cierto que el parón de selecciones perjudicó al Breogán, pero también lo es que el equipo lucense ha dado motivos sobrados para pensar y creer en sus posibilidades, y que hay indicios suficientes en el juego para pensar que más pronto que tarde, veremos de nuevo una gran versión de los lucenses. Seguro. ¿Por qué no pensar que será este domingo? ¡Mucha suerte, Breo! ¡Feliz Navidad!