Los concellos rurales arreglan viejas escuelas para ofrecer pisos a jóvenes y familias

Suso Varela Pérez
suso varela LUGO / LA VOZ

A PASTORIZA

Autoridades delante de una de las antiguas escuelas que fueron rehabilitadas
Autoridades delante de una de las antiguas escuelas que fueron rehabilitadas CEDIDA

A Pastoriza alquila seis viviendas equipadas con electrodomésticos nuevos con precios de 150 a 180 euros al mes

31 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Los concellos rurales buscan desde hace años fórmulas para intentar retener la población, especialmente la joven, y ante un problema cada vez más presente: la falta de viviendas en el mercado de alquiler y la demanda de la mismas por parte de jóvenes o trabajadores que se quieren asentar en los municipios.

Algunos concellos, aprovechando que tienen patrimonio municipal sin uso, especialmente antiguas escuelas rurales, llevan años utilizando diferentes mecanismos de ayudas de las Administraciones (Gobierno, Xunta y Diputación) para rehabilitar esos viejos colegios y acondicionarlos como viviendas, ya sea para casos de emergencia social o para el alquiler de jóvenes, familias y trabajadores que se quieren asentar en los municipios.

En el primer modelo, existen ejemplos en Guitiriz, con los casos de las viviendas en las antiguas escuelas de Becín y Campoverde, arregladas desde hace años y que se pusieron a disposición del Gobierno para acoger refugiados de Ucrania. O A Fonsagrada, que rehabilitará la escuela de A Pobra do Burón para dar uso social a dos viviendas.

Y el uso de los colegios —que durante décadas acogieron a decenas de niños en municipios muy poblados tras la Guerra Civil— para viviendas sociales en alquiler tiene un buen ejemplo en A Pastoriza, donde el gobierno local, de PSOE y BNG, apostó por la rehabilitación de este patrimonio para ponerlo a disposición de los vecinos.

Petición hasta el 16 de junio

El Ayuntamiento de A Pastoriza publicó las bases para optar, hasta el 16 de junio, a seis viviendas en régimen de alquiler, ubicadas, dos cada una, en las antiguas escuelas de Crecente, Bretoña y Álvare. Estos tres edificios fueron rehabilitados a través de un programa del IGVS, que financió con un 80 % la reforma, y el 20 % restante lo afrontó el Concello. Además, en breve comenzarán los trabajos para rehabilitar otros dos pisos en el antiguo colegio de Reigosa, también para alquiler, y además reformarán la escuela de Vián para una vivienda de emergencia social.

«Con esta política conseguimos manter o patrimonio municipal que estaba parado e á vez poñelo en valor como vivenda pública», explica la teniente de alcalde de A Pastoriza, la nacionalista Elva Carreira, quien expone las graves carencias que tienen los municipios rurales como el suyo para ofrecer viviendas. «Hai un verdadeiro problema, porque temos un parque de vivendas baleiras pero que non están no mercado de aluguer, mentres que vemos como hai parellas de xente nova, traballadores que chegan á Pastoriza ou mozos que se queren independizar, e non teñen casa onde poder vivir», explica Carreira.

Visita a una de las viviendas que fueron rehabilitadas en A Pastoriza
Visita a una de las viviendas que fueron rehabilitadas en A Pastoriza

La concejala del BNG considera que la Xunta debería habilitar mecanismos que permitan a los propietarios de las viviendas rurales ponerlas en régimen de alquiler: «Eu fíxome moito no que fan no País Vasco, cunha política de vivenda que funciona moi ben e que aporta seguridade aos donos que alugan», en referencia al miedo a las okupaciones y a los impagos de posibles inquilinos. Por ello, cree que debería haber un sistema similar al del Banco de Terras para poner en el mercado casas que están sin utilizar y con un seguro que permita tranquilidad a los propietarios.

Pisos de unos 70 metros

Pero mientras estos mecanismos legales no se ponen en marcha en Galicia, los concellos buscan fórmulas para retener o captar a sus vecinos. En el caso de A Pastoriza pueden optar a las seis viviendas con dos habitaciones, electrodomésticos nuevos y armarios empotrados cualquier persona que acredite unos ingresos mínimos y máximos del IPREM y estar en el Rexistro de Demandantes de Vivenda de Galicia. En el caso de que haya más demandantes, entran otros factores, entre ellos el número de hijos, menores de 30 años, beneficiarios de ayudas al alquiler o mujeres víctimas de violencia de género.

Los dos pisos de la escuela de Crecente son de 65,24 metros cuadrados cada uno y el precio del alquiler es de 150 euros. Y los cuatro de Álvare y Bretoña son de 72,17 metros, con 160 euros y 180 euros respectivamente. Cuando se firma el contrato, por un período de cinco años y renovable cada año, es necesario estar empadronado en A Pastoriza.

A Fonsagrada arregla la escuela de Burón para dos viviendas sociales

El Concello de A Fonsagrada acaba de licitar por 66.913 euros, con IVA incluido, la reforma y acondicionamiento de la antigua escuela unitaria de A Pobra do Burón para convertirla en dos viviendas sociales. El edificio actual no reúne los suficientes requisitos para la habitabilidad por lo que el Concello encargó un proyecto para su transformación en vivienda con uso social, pasando a disponer de esta manera el Ayuntamientos dos pisos para atender casos de emergencia social u otras necesidades.

El edificio fue construido en 1950, y formaba parte del modelo habitual en Galicia de escuelas unitarias, aunque en el caso de A Pobra do Burón, por el gran número de habitantes que había entonces, se construyó un inmueble con dos escuelas rurales unitarias, una masculina y otra femenina, que juntas conformaban un edificio de dos plantas. En la parte baja eran los aularios y en la segunda se ubicaba la vivienda del maestro o maestra.

Cuando perdió su uso como escuela llegó a utilizarse por los vecinos como vivienda de emergencia para situaciones de necesidad, además de utilizarse la planta baja para lugar de votaciones y como local de reunión de vecinos.

Ahora, el Concello, cuyo alcalde es el socialista Carlos López, retoma el proyecto de convertir la vieja escuela en vivienda social. De esta forma, se habilitarán dos en la parte de arriba mientras que la baja queda en su estado actual, como local. Así, el proyecto consta de dos viviendas. Cada una contará con una cocina, un salón-comedor, dos dormitorios y un baño. Tendrán también un local social, que quedará igual que ahora en previsión de que el Concello pueda reformarlo cuando estime oportuno. Los tres locales tendrán accesos independientes.