Campos deja «as portas abertas» para que asuma responsabilidades de gestión
27 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El de ayer fue un día intenso para el PSOE, una de esas jornadas que no contribuyen a dar consistencia a los partidos políticos. En la Diputación se consolidó el divorcio entre las decisiones del presidente, Darío Campos, que, se supone, responden al criterio del partido, y Manuel Martínez. Decidida su exclusión, por exigencia del BNG, de la junta de Gobierno, Martínez, alcalde de Becerreá, renunció a asumir responsabilidades de gobierno y anuncia que hablará largo y tendido el 4 de noviembre. Mientras se confirmaba esta fractura, en el Concello presentaba su dimisión como edil, tras 16 años en el Concello, José Manuel Díaz Grandío, cuyo abandono del barco pilotado por Lara Méndez se suma al aún reciente de Juan Carlos González Santín. En la Diputación se celebra esta mañana sesión plenaria.
Campos reconoce que se vio «no medio», entre el BNG y Manuel Martínez; decidió lo que estaba cantado que iba a decidir. El Bloque no quiso en su momento a Manuel Martínez, alcalde de Becerreá, como candidato a la presidencia de la Diputación porque está imputado por una obra provincial. Por el mismo motivo no lo quiso como vicepresidente. Puesto ante el espejo de los hechos, el Bloque flexibiliza el mensaje lanzado en Lugo por su portavoz nacional, Xavier Vence, que dijo que no admitiría imputados en el gobierno provincial. Y hay imputados: Lino Rodríguez, alcalde de Pol, pilota un área de gestión y está en la junta de gobierno; María Loureiro (Viveiro) desempeñará funciones de gobierno aunque no estará en la junta. La posición nacionalista en este asunto se traduce, según explicación del vicepresidente de la Diputación, Antonio Veiga, en que, después de lo que ocurrió en la constitución de la corporación (el alcalde de Becerreá se votó a sí mismo y dio la presidencia, hasta la moción de censura, al PP), no se fían de Martínez . «Non era lóxico nin era convinte», dijo Veiga.
El presidente de la Diputación dice que le hubiera gustado que Martínez asumiese responsabilidades de gestión. Apuntó que si, en lo que pasó, todas las partes tienen responsabilidad, Martínez tiene su propia cuota.
Socialistas y nacionalistas suman 13 votos, frente a los 12 del PP. Por ello, el voto del socialista Manuel Martínez es decisivo para los asuntos más relevantes. En todo caso, parece evidente que Darío Campos tendrá que recurrir con frecuencia al voto de calidad para sacar adelante las propuestas del gobierno. Y Martínez seguirá en el grupo socialistas hasta que lo echen, si es que lo echan; visto lo visto, no parece improbable que ocurra. Si ocurre, acabará en el grupo mixto, o de no adscritos, donde su voto seguirá siendo decisivo para que salgan adelante las propuestas del gobierno y de la oposición.
Campos eludió responder con claridad a si, como se indica desde el entorno de Martínez, el acuerdo entre los propios socialistas que permitió presentar la moción de censura incluía en detalle que el alcalde de Becerreá estaría en la junta de gobierno y pilotaría Vías y Obras y Parque Móvil. «Manolo pode presentar varios documentos dese tipo», admitió Campos, que pareció intentar aún a la desesperada enviar un mensaje de conciliación a Martínez: «Sigo dicindo que ten as portas abertas». Sigue -dijo- en el grupo socialista y espera que cuando llegue el momento de votar, vote en consecuencia.
nuevo gobierno en la diputación el alcalde de becerreá será diputado de a pie
El PP acusa al PSOE y al BNG de convertir la vida de la institución en un esperpento
Conocido el nuevo gobierno, la portavoz del PP, Elena Candia, y los miembros de su grupo comparecieron ante los medios de comunicación para exponer su opinión al respecto. Candia dice que visto lo visto está claro que en el seno del gobierno «hai unha moi mala relación e iso vaise traducir nun moi mal goberno». Cree que socialistas y nacionalistas han hecho de la Diputación de Lugo «o faime rir de todo o país». Dijo que es el momento de decir «basta xa deste espectáculo esperpéntico e de contarnos mentiras». Cree que es «un goberno fraudulento» fruto de «pactos ocultos».
Lo ocurrido en la Diputación, declaró Candia, «é unha telenovela da que aínda haberá máis capítulos». Exigió explicaciones de cómo fueron los pactos, los acuerdos para la presentación de la moción de censura y para la conformación del gobierno. «É un goberno inestable, porque non sabemos en qué piares se sustenta». Quiere que el BNG diga por qué admite en el gobierno a unos alcaldes imputados y a otro no; al presidente, le pide que explique sus cambios de criterio.
Poder y peligro para el BNG
El BNG ha conseguido en la Diputación poder elegir entre los imputados socialistas que le valen y los que no. Pero a base de tanto apretar para excluir a Martínez, ha conseguido crear un gobierno inestable en la Diputación, dándole al propio Martínez todo el poder de desestabilizar el gobierno. Es decir, el BNG le ha puesto una bomba en los bajos al coche que conduce Darío Campos, quizá sin darse cuenta de que Antonio Veiga viaja de copiloto. ¿Le compensará a los socialistas ir en un coche con tanto riesgo? ¿Y no será incluso un viaje peligroso para el BNG?