Fallece el sacerdote Javier Rodríguez Couce, párroco en la Terra Chá

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS VILALBA / LA VOZ

CASTRO DE REI

Rodríguez Couce estaba destinado en la Terra Chá, en donde trabajaba en la unidad pastoral
Rodríguez Couce estaba destinado en la Terra Chá, en donde trabajaba en la unidad pastoral oscasr cela

Estaba al frente de la unidad pastoral, que abarca núcleos de cinco municipios

15 oct 2021 . Actualizado a las 20:31 h.

Javier Rodríguez Couce, sacerdote párroco de la Terra Chá, falleció en la mañana de este jueves. Era natural de San Sadurniño, tenía 50 años, y estaba al frente de la unidad pastoral chairega, que abarca parroquias de cinco municipios (Castro de Rei, Pol, Outeiro de Rei, A Pastoriza y Cospeito).

Llegó a la comarca hace años para ayudar a sacerdotes de la zona, pero la elevada edad de bastantes curas y el fallecimiento de alguno acabaron por hacer de la Terra Chá su lugar de trabajo.

Con otros dos sacerdotes atendía la unidad pastoral, un modelo de trabajo impulsado por el anterior obispo de Mondoñedo-Ferrol, Luis Ángel de las Heras. La primera en crearse fue la de Vilalba, y esta otra supuso un cambio de actuación, al afrontar la falta de sacerdotes.

El fallecimiento ha causado una gran consternación en la comarca chairega: por un lado, ha sido una noticia inesperada, ya que el miércoles por la tarde acudió al tanatorio de Muimenta, antes de marchar a la comarca de Ferrolterra, donde tenía sus raíces y donde murió; por otro, su carácter, definido como sencillo y humilde por gente que tenía relación con él, lo acercaba a los vecinos. En parroquias como Bazar (Castro de Rei), el jueves tocaron las campanas por el fallecimiento del sacerdote.

Antes de llegar a la Terra Chá, Rodríguez Couce, ordenado sacerdote en Mondoñedo en 1999, trabajó en Ortigueira, en Mañón y en O Vicedo. El entierro se celebró este viernes en San Sadurniño, su lugar de origen. El funeral estuvo presidido por el obispo de Mondoñedo-Ferrol, Fernando García Cadiñanos, con asistencia de varias decenas de sacerdotes: unos eran de la diócesis mindoniense; otros de la de Lugo, y otros, antiguos compañeros suyos en Santiago de Compostela.

Fueron numerosos los vecinos de la Terra Chá que anunciaron su intención de acudir al entierro. No todos lo hicieron, y para más adelante está previsto celebrar misas en algunas de las parroquias que atendía Javier Rodríguez Couce.