Una semana sin la pequeña Desirée

TANIA TABOADA LUGO / LA VOZ

COSPEITO

L.V.

El juzgado mantiene abierta la investigación sobre la muerte de la niña de Cospeito

11 may 2019 . Actualizado a las 00:21 h.

Hace hoy una semana se producía en la parroquia de Muimenta, en el municipio lucense de Cospeito, un suceso que sigue manteniendo a toda una sociedad en vilo. Hace siete días, Desirée, la niña de 7 años y de sonrisa imborrable, que gozaba de buena salud y que no tenía ninguna afección conocida que a priori pudiese provocar su fallecimiento de forma fulminante, aparecía sin vida en la casa donde residía con su madre y con su abuela materna. La magistrada del Juzgado de Instrucción número 1 de Vilalba, encargada del caso, sigue manteniendo el secreto de sumario que decretó el mismo viernes. La jueza podría estar a la espera del informe que emitan los psicólogos del hospital de Lugo, donde está ingresada la madre desde el día de los hechos, para tomar una decisión.

La noticia causó una gran conmoción desde el primer momento. Los pasos que se iban desarrollando, como la llegada de una jueza y de especialistas de la Guardia Civil acompañando a una forense para levantar el cadáver de la pequeña, hacían ver que se trataba de una muerte en extrañas circunstancias.

Mientras, en las parroquias de Muimenta, donde la niña vivía y estaba escolarizada, y Roupar, en Xermade, de donde es natural su padre y reside su familia paterna, los vecinos no asimilan la pérdida de la pequeña y todos quieren saber la verdad de lo que le ha sucedido a Desirée.

Flores en el cementerio

Los restos de la pequeña descansan desde el domingo por la tarde precisamente en el cementerio de Roupar. Allí fue enterrada después de que se le realizase la autopsia y el juzgado autorizase su inhumación. Su tumba está todavía rodeada de ramos y de coronas de flores. Todos menos el centro que rezaba «tu madre», y que el día del entierro una operaria de una funeraria se encargó de transportar.

Aparentemente la niña no tenía signos de violencia, pero finalmente trascendió que presentaba lesiones en la boca y en determinadas partes del cuello y de la cara, que pudieron deberse a una asfixia mecánica que alguien le aplicó tapándole la boca.

Además, en el domicilio se encontraron una serie de pastillas que tenía que tomar la madre de la niña para tratar algunos trastornos psicológicos. De hecho, tenía que acudir a consulta con frecuencia y mantener un tratamiento. Parece que no lo hacía. También se halló en la casa un cóctel de color negruzco en el interior de un recipiente, que se cree que podría ser una mezcla de pastillas trituradas y adulteradas con cola. Este líquido fue detectado también en la botella de agua de la pequeña y actualmente está siendo analizado. Debajo de la cama en la que apareció la menor se halló también un pijama con restos de sangre.

La jueza de Vilalba que lleva el caso investiga si hubo filtraciones pese al secreto de sumario

La jueza titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Vilalba, que instruye la causa de la niña que apareció muerta en extrañas circunstancias en su casa de Cospeito, ha abierto diligencias para investigar si hubo filtraciones de datos del sumario, que la jueza mantiene con la declaración de secreto.

Fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia indicaron ayer que la publicación de esos datos se produjo pese a estar decretado el secreto de las investigaciones sobre la muerte de la menor. La instructora ha ordenado que se deduzca testimonio para saber si efectivamente hubo filtraciones y, si es así, quién las hizo. La jueza trata de averiguar con la apertura de esas diligencias si se produjo un delito de revelación de secretos por parte de personas conocedoras de detalles de la investigación.

La jueza de Vilalba encargada del caso mantiene en secreto las investigaciones de este suceso desde hace ya una semana, cuando se produjo el hallazgo de la niña muerta en su cama. La instructora recibió el resultado preliminar de la autopsia practicada al cadáver el pasado sábado, un día después del fallecimiento de la pequeña, pero pese a ello decidió mantener el secreto de sumario, que sigue vigente siete días después.