Prisión para el hombre detenido por matar a su padre con una escopeta en Guntín

André Siso Zapata
André S. Zapata LUGO / LA VOZ

GUNTÍN

Carlos Vázquez Varela llegó al juzgado a las 11.40 horas, esposado, encapuchado, y escoltado por dos agentes de la Guardia Civil
Carlos Vázquez Varela llegó al juzgado a las 11.40 horas, esposado, encapuchado, y escoltado por dos agentes de la Guardia Civil ALBERTO LÓPEZ

La jueza envía a la cárcel, sin fianza, a Carlos Vázquez, que se acogió a su derecho a no declarar. La Guardia Civil tiene claro que dio muerte a su padre, Pepe, usando un arma de caza

14 ene 2024 . Actualizado a las 17:27 h.

Carlos Vázquez Varela, el lucense acusado de matar a su padre con una escopeta de caza este viernes en una aldea del municipio de Guntín, ya está en la cárcel. Ingresó en prisión, comunicada y sin fianza, por orden de la magistrada del Juzgado de Instrucción número 3 de Lugo, que realizó las diligencias en la mañana de este domingo al estar en funciones de guardia.

El arrestado llegó al juzgado a las 11.40 horas, esposado, encapuchado, y escoltado por dos agentes de la Guardia Civil. Carlos Vázquez, de 47 años, está acusado de haber disparado con una escopeta de caza, cargada con postas, a Pepe, su padre, de 76 años. Murió casi en el acto y su hijo fue arrestado sin oponer resistencia.

El procesado compareció ante la jueza para ser interrogado y tratar de esclarecer lo ocurrido en la vivienda familiar, ubicada en la aldea de Martín, parroquia de Entrambasaugas, este viernes. Sin embargo, se acogió a su derecho a no declarar

Así lo confirmaron este domingo las dos abogadas que ejercerán la defensa del detenido, María José García Arias y Dolores Fontal Caldeiro. Las letradas, que prefirieron no dar detalles más allá de los meramente necesarios para el avance de la instrucción, explicaron que su cliente no dio su versión de lo ocurrido ni en sede judicial ni ante la Guardia Civil. 

«Creemos firmemente que no está en disposición de declarar. Ingresará en prisión con un protocolo de protección especial por su estado psicológico, que es de riesgo», afirmaron. Según su postura, el de Carlos Vázquez «no es el perfil habitual de un detenido por estos hechos, para nada». Dicen las letradas que «toda la familia le ha dado su apoyo, y eso es algo muy significativo viendo lo que ha pasado». 

Las abogadas confirman que pedirán nuevas diligencias en los próximos días, «tanto testificales como de investigación», pero que «por el momento hay que tener paciencia y poner en orden lo que ya se sabe». 

El suceso

El suceso ocurrió a las 14.30 horas del viernes. No hubo testigos directos de la muerte, sino que fue una persona del entorno de los implicados quien alertó a la Guardia Civil y al 112 tras descubrir el cadáver. De inmediato, varias patrullas se movilizaron hasta el lugar y arrestaron al sospechoso, que no opuso resistencia. Esta actitud, sumada a la presencia de testigos que vieron lo ocurrido, hace que la Guardia Civil tenga meridianamente clara la autoría del crimen.

Los agentes trasladaron al detenido al cuartelillo de Guntín para realizar las primeras diligencias, pero luego lo llevaron a los calabozos de la Comandancia de Lugo. Al llegar, sufrió un ataque de ansiedad, por lo que ingresó en el Hospital Universitario Lucus Augusti (HULA) de Lugo. Permaneció allí hasta las tres de la tarde de este sábado, cuando recibió el alta. Al volver a los calabozos, los agentes le tomaron las huellas y no practicaron más diligencias. 

Este domingo, tras entrevistarse con él y dejar hechos los últimos trámites, una patrulla trasladó al arrestado al juzgado de guardia. 

Una familia conocida y «ejemplar»

El municipio de Guntín y la parroquia de Entrambasaugas están conmocionados por el suceso, ya que es una familia conocida y «ejemplar» que nunca había tenido ningún tipo de problema. Además, cerca de ese núcleo residen más familiares y allegados. El arrestado, además, es el marido de una concejala del municipio de Guntín, por lo que el suceso tocó también de cerca a la corporación.

El detenido tiene 47 años. El padre, cerca de 80. Este se llamaba José Vázquez. Fundó hace décadas una granja bovina que creció exponencialmente hasta acumular cerca de cien reses, tanto de carne como de leche, que se ubica en una finca anexa a la vivienda familiar.

A eso se dedicó toda la vida el padre y ahora la había heredado su hijo Carlos. Pepe fue aficionado a la caza durante años, aunque ahora lo había dejado. El arrestado no compartía esa afición, aunque la escopeta con la que se habría cometido el crimen figuraba a su nombre en el registro, posiblemente tras pasar de manos de su padre a las suyas.

En esa casa vivían seis personas: los padres, el detenido y su mujer, y sus dos hijos, un chico y una chica, de alrededor de 18 años. Los jóvenes, al no haber regresado todavía de su centro de estudios este viernes, no habrían presenciado el suceso. 

La provincia de Lugo vive así su segundo crimen esta semana, después de que un hombre reconociese haber matado a un vecino Rábade, cuyo cuerpo se encontró en una alcantarilla del polígono del municipio.