El boxeador de O Saviñao, Cristian Trujillo, apodado el Cachorro de Vilamor, disputará la final del campeonato gallego de promesas el próximo día 5 de julio en la localidad coruñesa de Boiro. Su rival será el deportista pontevedrés del Gimnasio ABC, Canelo. La joven promesa local llega a esta final después de superar la primera fase con una gran superioridad sobre sus rivales, algunos de los cuales llevan compitiendo desde hace varios años.
Sobre las posibilidades que tiene del deportista de O Saviñao de hacerse con el título, su entrenador, José Luis Álvarez Roqui, dijo: «Estoy convencido de que Cristian será el próximo campeón gallego, porque está muy motivado y quiere empezar a sumar títulos en su palmarés».
A la hora de analizar las claves que pueden decantar la victoria a favor de Cristian, su técnico lo tiene muy claro. «De él destaco la explosión y la energía con la que entra en los combates. Si mantiene esta intensidad, entiendo que tiene todas las de ganar», apuntó Roqui.
Un futuro prometedor
A punto de cumplir dieciocho años, Cristian es una de las jóvenes promesas con más futuro en el boxeo lucense. El deportista de O Saviñao sueña con llegar a ser boxeador profesional, pero seguirá trabajando con humildad, un factor que le está ayudando a progresar. Además de su entrenador, también cuenta con los consejos de Miki, técnico que imparte boxeo en el gimnasio Neka.
Cristian compitió hace varias semanas en el campeonato de España en tierras extremeñas, pero una discutida decisión arbitral lo dejó sin opciones de llegar a las eliminatorias finales.
El deportista de O Saviñao se presentará ante sus vecinos en las fiestas de Escairón, ya que las previsiones pasan por la organización de una gala de boxeo que se llevará a cabo en el pabellón municipal. «Mañana tengo una reunión con el alcalde, Joaquín González, para detallar esta cuestión. A Cristian le hace mucha ilusión presentarse en su municipio», concluyó José Luis Álvarez Roqui.
El boxeador de O Saviñao entrena diariamente en el gimnasio Boxing Club Cidade de Lugo y también cuenta con el apoyo del monitor del Gimnasio Neka, Miki.