Dos trineos tirados por caballos llevan días agrupando la madera en zonas donde una vez terminen los trabajos pueda cargarla un camión
02 may 2022 . Actualizado a las 14:24 h.«O Xistral no es un lugar para macroplantaciones, tiene otros valores y hay que conservarlos». César Blanco, investigador de la Universidade de Santiago (USC) en el campus de Lugo, se refería así este viernes a la riqueza de una zona, la Serra do Xistral, que se está recuperando con correcciones sobre lo realizado en décadas pasadas.
Dentro del programa Life in common land, que desde hace años impulsa la Diputación de Lugo con la participación de la USC y de la Universidade da Coruña (UDC), se pretende usar la riqueza natural del territorio como base de un desarrollo sostenible, apoyado en la implicación de comunidades de montes de varios municipios. En terrenos de una de ellas —la de A Balsa, en Muras—, este viernes se realizó una jornada de demostración de los trabajos de retirada de pinos silvestres en una zona de turberas.
La plantación se realizó, hace unos sesenta años, en una zona de unas seis hectáreas y media con gran desnivel. Las condiciones del terreno y del clima, con una humedad que favorece la creación de turberas, impidieron que los árboles alcanzasen la altura que lograrían en otros lugares. Cortarlos y retirarlos todos —había unos 1.200— obligó a disponer unos medios que no dañasen el terreno.
Como se pudo comprobar ayer, los árboles de la zona más baja se cortan, se van juntando y forman una carga que arrastran tres caballos. Al cabo de unos centenares de metros la carga pasa a un trineo, que se construyó específicamente para esta operación y que lleva la madera hasta un tractor. Ese vehículo la traslada luego a una pista por la que también se accede a parques eólicos cercanos. La retirada empezó hace varios días y aún no acabó. El camión no llegará para trasladar todo el material hasta que acaben los trabajos. En la operación se usan dos trineos: cuando uno sube con carga hacia el tractor, el otro ya baja, de modo que los trabajos se llevan a cabo con más agilidad.
Los trineos cuentan con unos patines de unos diez centímetros de ancho. Se buscó que no fuesen estrechos, porque de este modo, detalla Blanco, no se hace incisión en el terreno. Pensando también en respetar el suelo, la parte del tronco de los pinos más pegada a la raíz no se arranca. Los tres caballos que arrastran la madera desde la parte más baja pertenecen a una empresa especializada, que dedica unas ocho horas diarias a estas tareas. El jueves, sin embargo, la jornada se acortó porque empezó a hacer calor y los animales acusarían el esfuerzo. La misma firma ya realizó trabajos de traslado de árboles retirados en la isla de Cortegada, en la ría de Arousa.
La retirada de pinos y de eucaliptos plantados hace décadas se realiza también en otras partes de O Xistral. El uso de trineos por las peculiaridades del terreno solo se da en A Balsa.
«O importante é que se trata dun proxecto en común», afirman los comuneros
El terreno donde se realizó la demostración de ayer pertenece a la comunidad de montes de A Balsa, que está integrada actualmente por 29 miembros. La superficie de la entidad abarca unas 450 hectáreas de terreno: hay zonas de monte y zonas de pastizal, del que se benefician el ganado vacuno y el caballar de los comuneros. La tesorera, Azucena Camba, acudió a la demostración de ayer, y comentó que tanto esa iniciativa en concreto como todo el proyecto Life in common land habían sido bien recibidas por los comuneros.
«Agora vese o proceso, non é algo abstracto. Vese como se traballa, como queda limpo todo isto», dijo. El proyecto Life in common land tiene como una de sus notas destacadas la implicación de las comunidades de montes. «O importante é que se trata dun proxecto en común, é bo que haxa varias comunidades participando», comentó Camba. Las consecuencias del plan pueden ser favorables, y ella cree que la difusión de la Serra do Xistral estará entre ellas. «Vaise coñecer un pouco mellor a a zona», manifestó.
Cumplimiento de criterios de la Unión Europea
La Unión Europea creó, a comienzos de los noventa, la Red Natura, de la que forman parte espacios seleccionados por su riqueza natural. O Xistral es uno de ellos, y actuaciones como la de ayer son una consecuencia de esos criterios marcados por la UE. Así lo recalcó ayer Ramón Díaz, profesor de la USC en el campus lucense, presente en los trabajos de A Balsa. «La UE creó la Red Natura para proteger zonas como esta», agregó.