El oso pardo amplía territorio y ya se pasea por el valle del Navia

fernanda follana BECERREÁ / CORRESPONSAL
fernanda follada

Rompió colmenas en Vilarín y Piornedo, lo que es ya muy frecuente

21 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El oso pardo se pasea a sus anchas por el valle del Navia, incluso fuera de las áreas delimitadas como oseras por la administración, y la pasada semana se hizo notar especialmente destruyendo colmenas en Vilarín (Navia de Suarna) y O Piornedo (Cervantes). En Vilarín destruyó cuatro trobos tradicionales, zampándose la miel de dos de ellos y descargando su furia contra otros dos que no habían producido; el plantígrado lanzó uno de los pesados cilindros de madera con tal fuerza que rodó ladera abajo y abrió una senda de unos 20 metros en la maleza.

En los últimos años no es la primera vez que el oso destruye colmenas en la comarca de Os Ancares, pues hay numerosas referencias. Pero sí es cierto que los ataques ocurren cada vez con más frecuencia, por lo que los vecinos tendrán que empezar a tomar medidas y proteger las colmenas como se hacía antaño. Los tradicionales cortiños, que pueden verse por toda la comarca, dan fe de que el oso era habitual en otros tiempos. Y a falta de cortiños, tras los daños de la semana pasada, algunos vecinos de O Piornedo ya han protegido sus colmenas con un pastor eléctrico.

Excrementos fuera de su zona

Tanto O Piornedo como Vilarín figuran en el plan de recuperación del oso; la primera aldea como área prioritaria (máxima categoría), y la última, como área de presencia (segunda categoría). Pero el oso ha visitado estos días también áreas que se salen del mapa dibujado por la administración, como lo muestra un excremento probablemente de plantígrado hallado la semana pasada en la aldea abandonada de A Arroxiña, en la margen izquierda del río Navia, dentro del concello homónimo, y en una zona que el plan no contempla siquiera como potencial, sino de tercera categoría. El excremento contenía muchos huesos de cereza, la base de la alimentación del plantígrado en esta época del año, y además no desprendía mal olor, una de las características de los excrementos de oso a diferencia de otros animales.