Las expectativas de cambio de rumbo en Alimentos Lácteos que se desprendían de las declaraciones efectuadas por el consejero de la sociedad y presidente de Gancobre, Arcadio González, no se cumplieron en la última reunión con las cooperativas. González, que parece que también tiene serios problemas en el seno de su propia organización porque los socios llevan más de tres meses sin cobrar la leche que entregan en la fábrica de Outeiro de Rei, no respondió a ninguna de las cuestiones planteadas.
Arcadio González se presentó solo en la reunión y parece ser que se amparó, para no facilitar las respuestas solicitadas, en que la información requerida estaba en mano de otro de los consejeros, que no estaba presente. Al final los socios de Alimentos Lácteos se marcharon a sus casas sin información y sin compromisos, es decir, tal como estaban, después de las reuniones mantenidas en el mes de agosto para limar asperezas y que habían generado algunas esperanzas en el cambio.
No faltó, sin embargo, la comida habitual a la que se incorporó el presidente de La Arzuana, Eugenio Montero, que controla la fábrica junto con Arcadio González, en la que ambos trataron de dar apariencia de que las cosas marchan sobre ruedas y de que un fondo de inversiones catalán está interesado en aportar capital a la industria láctea y la situación se va a arreglar.
Negociaciones verdes
Sin embargo, tal como aseguró Arcadio González hace unos días, las negociaciones están aun muy verdes, al igual que las que dijo estaban en marcha para dar entrada a nuevas cooperativas. El interés de estas por entrar en un proyecto, que poco tiene que ver con el espíritu con el que fue creado y en el que los pagos se retrasan más de lo habitual, no es demasiado.
En la asamblea de Gancobre también estaba previsto calmar los ánimos de los más exaltados por la difícil situación que arrastran por el retraso en el pago de la leche, con unos pinchos.
Los retrasos con los ganaderos parece que son una constante en la industria, que en ningún momento lo desmintió, sino que lo admitió públicamente. Esto ha supuesto que muchos de los ganaderos hayan decidido entregar la leche a otras industrias de forma individual y sin las cooperativas como intermediario.