Así fue Paradela en 200 años: de protagonista de crónica negra a villa emprendedora

Uxía Carrera Fernández
UXÍA CARRERA PARADELA / LA VOZ

PARADELA

El Concello inauguró este miércoles los actos de celebración de su bicentenario, que divulgan por primera vez su historia

07 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

En 1820 se nombró el Concello de Paradela como primer concello constitucional integrado en el partido judicial de Sarria. Desde entonces, pasaron 200 años de convivencia con la pobreza y el hambre, de lento desarrollo del rural, represión y un anegamiento. Pero también de progreso agrícola, cultura, cooperativismo, evolución económica y estallido del Camino de Santiago. En cada uno de esos puntos quiso profundizar el gobierno local, la premiada Asociación de Mulleres Rurais de Paradela y el Colectivo Egeria en la celebración del bicentenario del municipio. Con dos años de retraso por la pandemia, este miércoles se inauguró con un amplio despliegue de representantes públicos los actos del Bicentenario. Entre ellos había varios alcaldes de la provincia y el conselleiro de Cultura, Educación, Formación Profesional e Universidades, Román Rodríguez.

La vía principal del casco urbano de Paradela, la Rúa Cabaleiros de Santiago hará honor más que nunca a su nombre tras la inauguración del monumento a los caballeros de Santiago. La escultura de uno de estos antiguos soldados, hecha por Cándido Pazos, preside desde ayer la entrada al pueblo en honor a los protectores de los peregrinos. Es la muestra de un hito de la historia del municipio, ya que hace más de mil años nació en San Salvador das Cortes la Orden de los Caballeros de Santiago.

Exposición itinerante

Destapar esta obra fue el primer acto de la celebración del bicentenario. Después, en el espacio multiusos del municipio se inauguraron dos exposiciones, que se sumaron a la de «Do tempo das luces...», que recoge fotos antiguas de los vecinos de Paradela. Una de ellas se trata de un homenaje al paradelense ilustre Manuel Rodríguez López y la otra, «Paradela, senda infinita», recapitula la historia del municipio de los últimos 200 años. Además de los representantes municipales y autonómicos, y el alcalde de Paradela, José Manuel Mato, acudieron al acto decenas de vecinos. «Fixeron un gran traballo xuntando as fotos e contando a historia, hai xente e datos que moitos dos vellos non coñecíamos», relataba uno de los vecinos que buscaba a conocidos entre imágenes en blanco y negro.

La exposición recoge la formación de las parroquias, sus hitos, todos los alcaldes del concello así como los vecinos ilustres, las asociaciones y el patrimonio natural. Esta muestra y la de Manuel Rodríguez López serán itinerantes a partir de septiembre por toda Galicia. El acto estuvo acompañado de la música del cantautor de Becerreá, Alfredo González.

Protagonista de la crónica negra

La historia detallada de Paradela fue escrita por Félix López Arias, Arlindo, el excronista de Sarria. Su investigación revela un concello peculiar. Paradela tal y como se conoce hoy se consolidó en 1840. Aunque su territorio era muy desigual, la parroquia de Castro Ribeiras era el motor económico y reunía más de 1.200 vecinos. Actualmente, todo el municipio tiene 1.678. Por ejemplo, en la aldea de Mosteiro Vello había 11 tiendas y tabernas. Esta diferencia hizo que los vecinos de esta parroquia propusieran su independencia en varias ocasiones.

Arlindo relata que el hecho de que no hubiese una capitalidad impidió el crecimiento de movimientos progresistas, por lo que el municipio se caracterizó por una regresión de los valores cívicos mientras el resto progresada. De hecho, hasta 1925 no hubo Casa Consistorial, edificios judiciales propios, cárcel o escuelas. La pobreza era generalizada, muestra de ello es que en 1880 consta una dotación de 800 pesetas al año para una plaza de «médico para pobres». La «endémica carencia» de enseñanza primaria hizo que Paradela ocupase muchas páginas de las crónicas negras de los periódicos del momento. Ya se daban entonces rencillas por la falta de servicios: «O Concello quéixase de que malia pagarlle relixiosamente os impostos á Deputación Provincial, non recibe dela unha soa peseta».

Con un inicio duro de la dictadura franquista, que dejó 14 fusilados, el progreso del municipio no despegó hasta la década de los 50, con electrificación y fábricas. Sin embargo, volvió a sufrir un revés con el anegamiento en 1963 de parte del territorio. Todo cambió en 1965 con la mejora de comunicaciones con la que sería la capital, Pacios.

La creación de servicios en la capitalidad municipal pasó a denominarse Paradela y se convirtió en una villa emprendedora. Contó con la primera Casa do Concello en propiedad a la que se sumaron decenas de edificios públicos como la Casa do Médico, Casa da Cultura, Escolas de Ensino Primario o el Mercado Gandeiro. 

Los habitantes del municipio dejaron atrás los tiempos en los que la actividad agropecuaria era el motor económico base y actualmente son numerosos los sectores en los que están presentes. Llegando hasta posicionarse como productores punteros es Europa de palés.