
El portero, que acaba de publicar su biografía, leerá mañana el pregón en la Festa ó Emigrante, en Pol
24 ago 2017 . Actualizado a las 14:26 h.Paco Buyo, el mítico exportero de Betanzos, Deportivo, Sevilla o Real Madrid, entre otros, e internacional con la selección española, estará mañana en Pol, donde pronunciará el pregón en la 34 edición de la Festa ó Emigrante y presentará su reciente biografía, Buyo. Mi vida en una parada.
-¿Cómo se dio la situación para ser pregonero en la Festa do Emigrante de Pol?
-Tengo una muy buena amistad con Lino Rodríguez, el alcalde del pueblo. Muchas veces voy a visitarle, he pasado muchos años con él. Y los dos compartimos el fútbol como pasión, además del Real Madrid. Ya me había propuesto otros años venir aquí de pregonero, pero por temas de trabajo no me coincidía bien. Ahora se han dado las circunstancias idóneas y allí estaré.
-¿Qué supone para usted?
-Es un orgullo. Siempre es bonito que en tu tierra se acuerden de ti, además para la fiesta del emigrante, que es una fecha muy señalada. Es una satisfacción haber podido venir, así que espero estar a la altura.
-¿Cómo surge la idea de hacer un libro sobre sus vivencias?
-Ya me lo habían propuesto antes, pero la verdad es que yo no tenía demasiadas ganas. Pero bueno, entre el editor (Juan Antonio Balsobre) y mi hija (Ángela Buyo) me convencieron. Me animaron y al final me gustó la idea, contar no solo mi trayectoria como portero sino también otras vivencias: cómo empecé, cómo fui creciendo, y también cosas más personales. Queríamos que fuese un libro ameno de leer, en el que el lector pueda encontrar muchas anécdotas.
-¿Ha disfrutado de la experiencia?
-Desde luego, es una experiencia muy buena y bonita. Antonio Balsobre es un gran editor y me ha ayudado mucho, me lo puso muy fácil.
-El libro ya ha salido a la venta hace unos meses. ¿Qué acogida ha tenido por ahora?
-La verdad es que muy buena. En Madrid, en la presentación, me quedé muy contento. Está teniendo mucha demanda y las ventas van muy bien. Soy consciente de que tengo bastante fortuna, porque cuento con un público amplio que es el público madridista. Tuve la fortuna de pasar muchos años allí y eso es una ventaja. A los aficionados este tipo de historias siempre les gustan.
-Comentó que en la biografía habla sobre varios aspectos personales. ¿Le costó abrirse a los lectores?
-No, no. Evidentemente hay cosas que se pueden contar y cosas que no, pero no me he sentido incómodo contando lo que he contado.
-¿Qué momento de su vida le ha hecho especial ilusión recordar?
-Todos los momentos tienen cosas buenas, pero quizás mis inicios como deportista. Comencé en el barrio, jugando con amigos y conocidos, y luego pasé al Ural. Fuimos campeones de Galicia. A todo aquello le guardo un cariño especial.
-Tras dejar el fútbol tuvo algunas experiencias como entrenador. ¿Qué tal fue esa etapa?
-Muy bien, siempre entrené con los chavales, en el Madrid. He tenido la fortuna de trabajar con grandes jugadores, fue una experiencia bonita. Muchos jugadores que estuvieron bajo mis órdenes llegaron al primer equipo, como Pavón, y eso es muy satisfactorio para un entrenador, porque demuestra que has trabajado bien.
-Luego entró en televisión.
-Sí, empecé ya hace unos diez años comentando partidos para Al Jazeera. Eran fines de semana intensos, comentaba tres partidos el sábado y dos el domingo. Eso me dio mucha experiencia, luego colaboré con Televisión Española, donde comentaba la liga italiana. Después estuve en otros medios y ya hace unos años que estoy en El Chiringuito, un programa que es líder, muy ameno y entretenido.
-¿No notó una gran diferencia con respecto a los otros medios en los que participó?
-Sí, claro, es un programa mucho más pasional, buscamos un poco la polémica, es diferente.
-Su hijo, David Buyo, está este año en el Racing Vilalbés. ¿Cómo lo ve?
-Bien, tiene muy buenas condiciones. Había varios equipos de Segunda B que estaban detrás de él, pero él quería jugar en Galicia. Y el Vilalbés muy bien, viene de quedar quinto y David allí está muy a gusto. A ver si este año salen bien las cosas y pueden luchar por estar arriba y, por qué no, poder ascender.