La opinión unánime de los alcaldes de Sarria y A Ulloa es que la norma no se llevará a efecto en los términos que se conocen hasta el momento. El más contundente fue el regidor de Portomarín, Juan Serrano (PP), quien manifestó que «cualquier persona que desarrolle el trabajo de un alcalde, un cargo que casi exige una dedicación exclusiva, debe estar remunerado para poder vivir dignamente». Explicó que en su caso la cantidad que percibe es únicamente para cubrir gastos por las obligaciones que le impone su cargo, ya que no tiene la política como actividad profesional, pero defendió que otros regidores perciban un salario digno.
Otra opinión clara la expresó el alcalde de Sarria, José Antonio García (PP), de los que menos perciben de sueldo (1.000 euros) a pesar de ocuparse de una localidad grande. «En estos momentos en los que la situación económica es mala y hay muchas familias pasándolo mal para llegar a fin de mes es lógico que los sueldos de los políticos se correspondan con este problema y por lo tanto sufran un descenso. Los políticos no podemos vivir al margen de lo que sucede en la sociedad», manifestó.