Papeleras de diseño, bolardos y fotos antiguas cambian su aspecto
28 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Portomarín es una de las grandes referencias del Camiño Francés y uno de los lugares más fotografiados por los peregrinos, tanto por el embalse como por la belleza y originalidad de su núcleo urbano, a lo que hay que sumar la singularidad de su creación cuando hace más de medio siglo el viejo pueblo fue trasladado a su ubicación actual y el antiguo quedó anegado por el pantano.
El turismo es uno de los grandes motores económicos de la localidad y, para potenciarlo, el Concello ha puesto en marcha una campaña cuya principal finalidad es la de humanizar, siempre en la medida de lo posible y de acorde a las posibilidades económicos de un ayuntamiento pequeño, el casco urbano de la localidad.
El primer paso lo dieron hace unos meses y consistió en la colocación de bolardos en los principales accesos al centro urbano. El motivo es evitar el acceso del tráfico rodado los días en los que se prevé una mayor concentración de personas, por lo que los bolardos estarán operativos esencialmente los meses de temporada alta en verano, cuando miles de peregrinos pasan y pernoctan en el pueblo, las fiestas patronales o el Día da Augardente, así como cualquier otra fecha que suponga una elevada presencia de gente.
Los bolardos se complementarán ahora con unas jardineras que ayudarán a cambiar la imagen en los principales accesos al centro de la localidad.
La segunda medida que adoptaron los responsables municipales fue la de colocar en el interior de los soportales pequeños cuadros con imágenes del antiguo pueblo. En una primera fase se colocaron una veintena y hace unos días una decena más. El objetivo es dar a conocer a los visitantes el aspecto del viejo pueblo y su historia, al mismo tiempo que se embellece la zona.
La última medida que adoptaron desde el gobierno municipal fue la de colocar papeleras de un diseño original que suplirán a las actuales.
Las nuevas papeleras son de acero con aspecto envejecido y su aspecto exterior semeja a una mochila de peregrino. Son de un tamaño superior al de las anteriores y contienen bolsas de plástico para evitar fugas de líquido. El original diseño se completa con las dos imágenes más reconocidas por los peregrinos, la vieira y la flecha amarilla.
Treinta ceniceros
El número de recipientes que colocarán, actualmente hay dos de prueba, será una treintena. y contarán con ceniceros para evitar en la medida de lo posible que las colillas acaben casi siempre ensuciando las calles de la localidad.
«Queremos dar la mejor imagen posible a las miles de personas que nos visitan todos los años, sean peregrinos o turistas y para ello utilizamos los modestos recursos que tenemos», manifestó el alcalde de Portomarín, Juan Serrano.
El regidor explicó que con medidas como las de las papeleras, el equipo de gobierno trata esencialmente de dar un mejor servicio a los vecinos, al mismo tiempo que embellece el pueblo. «Las papeleras anteriores ya estaban muy viejas y por eso precisábamos unas más grandes y más funcionales, por lo que intentamos unir diseño con funcionalidad y creo que lo conseguimos», manifestó Juan Serrano.
Plan integral de actuación en el casco urbano
Un aspecto que no era demasiado edificante en Portomarín era la colocación de manera indiscriminada de carteles de negocios con la intención de captar la atención de los peregrinos esencialmente. El Concello está decidido a terminar de manera definitiva con ese tipo de prácticas y para conseguirlo optaron por colocar unos grandes paneles anunciadores en puntos estratégicos del pueblo. Los paneles contarán con un espacio destinado a explicar a los visitantes los principales puntos de interés de la localidad y otro en el que dejarán, siempre cumpliendo unas determinadas normas, que se publiciten los establecimientos privados.
«Queremos dar la mejor imagen posible y mejorar los servicios a nuestros vecinos»
Juan Serrano