Los albergues de la provincia de Lugo colgarán el cartel de completo este verano

Uxía Carrera Fernández
UXÍA CARRERA LUGO / LA VOZ

PORTOMARÍN

Peregrinos en Portomarín en el albergue público, al que hay que llegar pronto para conseguir cama
Peregrinos en Portomarín en el albergue público, al que hay que llegar pronto para conseguir cama Carlos Castro

Alcaldes y responsables de los locales reiteran que lo mejor es reservar

23 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Para llegar a Santiago de Compostela el Día del Apóstol, el 25 de julio, los peregrinos deben salir con cinco días de antelación de Sarria o cuatro desde Portomarín. Esta fue la principal razón por la que, aquellos que escogieron el Camino Francés, esta semana se toparon con la ocupación completa en Portomarín, Sarria o Palas de Rei.

El 30% en los aforos colapsó los alojamientos e hizo que numerosos peregrinos tuvieran que dormir en la calle, trasladarse para encontrar un sitio donde pasar la noche o caminar de madrugada. Pero parece que esa situación ya ha pasado, según apuntan los regidores y asociaciones de las localidades del Camino en Lugo. «É todo polo 25 de xullo, a madrugada deste xoves xa non houbo problemas e supoñemos que así será nos próximos días», explica el alcalde de Portomarín, Juan Serrano. A pesar de que el gran pelotón ha pasado, la afluencia de peregrinos se espera alta para todo el verano, pero sin que sea lo suficientemente potente como para volver a colapsar los pueblos lucenses. Aun así, recalcan en la necesidad de reservar con varios días de antelación para evitar situaciones como la de esta semana.

«Mellor que o ano pasado»

Los albergues privados de Portomarín, la localidad más saturada, estiman una ocupación completa para casi todo el verano. «Está sendo mellor que o ano pasado, as cousas van ben», cuenta Miguel López, del albergue Pons Minea. Esta semana ha sido la más fuerte de julio, aunque López afirma que la afluencia de peregrinos no se diferencia en gran medida del resto del mes. Si bien es cierto que con el aforo que pueden emplear los albergues se llenan rápidamente. «Temos que dicir que non a un montón de peregrinos tódolos días», cuentan desde el hospedaje Ferramenteiro, uno de los más grandes de Portomarín. Cuenta con 130 plazas, pero solo puede utilizar 39.

El mes de agosto tiene una previsión incluso mejor que la de julio, y las reservas pactadas son muy numerosas. «Podería trasladarse un rexistro de peregrinos dende Roncesvalles, por exemplo, para saber cando vai vir unha gran cantidade de xente e estar preparados», opina Jorge López, de la Asociación de Amigos do Camiño na Comarca de Sarria.

Fin del Camino tradicional

Aunque ningún peregrino, previsiblemente, vaya a quedarse de nuevo en la calle, la forma de realizar la ruta jacobea ha cambiado radicalmente con las medidas sanitarias. «Cuando haces el Camino lo que quieres es ir a la aventura, pero eso ya no se puede», cuenta una peregrina afectada por la ocupación de los albergues. «Moitos cren que peregrinar con planificación e reservas desvirtúa o Camiño», señala Jorge López, por cuya oficina pasan cientos de peregrinos diariamente.

Para los que se resisten a este nueva condicionante del Camino o simplemente ya les es demasiado tarde para reservar, la solución es pegarse un buen madrugón y llegar de primeros a los albergues públicos. «Hay gente que llegó a Palas de Rei esta semana a las nueve de la mañana y no tenía sitio», comenta una peregrina. Otro de los principales cambios en el espíritu tradicional del Camino que trae la pandemia son los precios. «En vez de pagar 12 euros por una cama, llegas a pagar 25 por ser una cancelación de última hora», destaca.