Manuel Sangil era el único integrante del grupo municipal del Partido Popular que hasta el momento no había aceptado la moción de censura. Primero lo rechazó por no apoyar que un compañero de su partido accediera a la alcaldía y partiera con ventaja en la disputa por ser el presidente local del PP, cargo al que el aspira. Cuando su partido decidió dar la alcaldía a Benjamín Escontrela, Manuel Sangil criticó que lo ningunearan al recurrir a él como último recurso tras las negociaciones fallidas con el único edil de Independientes de Galicia y todavía se negó a apoyar el cambio de gobierno.
La mediación de los dirigentes provinciales del Partido Popular, así como las peticiones de numerosos cargos populares de toda la provincia doblegaron la voluntad de Manuel Sangil, quien aceptó las órdenes de su partido y apoyará la moción de censura en el caso de que siga adelante.
El PP niega la moción
El portavoz municipal del PP y ex alcalde de Sarria, José Antonio García, volvió a manifestar de manera rotunda que no se había firmado la moción. «No existe nada firmado, por lo que es mentira que se fuera a presentar la moción durante estos días».
José Antonio García consideró «correcta» la manera de actuar de Antón Fortes y Benjamín Escontrela y manifestó que la decisión de Xoán Bascuas había sido «precipitada e injustificada», por considerar que los dos ediles de Compromiso no habían dado ningún motivo que justificara su expulsión.