Sarria estuvo a punto de quedarse sin estación de ferrocarril hace 15 años

Xosé Ramón Penoucos Blanco
x. r. penoucos LUGO / LA VOZ

SARRIA

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Al final se redujo la plantilla a la mitad y comenzó a cerrar por las noches y durante los fines de semana

29 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El temor sobre el posible cierre de la estación de ferrocarril de Sarria no surge ahora por primera vez, ya que en el año 2002 el Sindicato de Circulación ya advirtiera sobre el proyecto de Renfe de cerrar las instalaciones.

El problema fue debatido en su momento por el pleno y todos los grupos políticos mantuvieron una postura unánime en la que no solo pedían que la estación continuara abierta, sino que solicitaban que ampliaran los servicios.

Las protestas de los políticos consiguieron paliar la medida en parte, ya que las instalaciones siguieron abiertas, pero lo que no lograron evitar es que meses después el número de trabajadores se redujera a la mitad, de cuatro a dos.

En el año 2002 trabajaban en Renfe cuatro personas, dos con el rango de especialistas en estaciones y otros dos como factores de circulación. Hacían turnos de 12 horas en los que trabajaban dos personas y la estación estaba abierta las 24 horas.

La reducción de plantilla a la mitad supuso que la estación tenga que cerrar por las noches y los fines de semana. Además en algunos momentos la empresa enviaba a alguno de los trabajadores a prestar servicio a otras estaciones, lo que ocasionaba que la de Sarria estuviera cerrada algunos días durante la semana. Estos traslados terminaron alrededor del 2004 cuando Renfe recibió numerosas quejas tanto de particulares como de instituciones.

La situación actual de la estación es que los dos trabajadores realizan turnos de ocho horas, uno desde las 6 de la mañana a las 14 horas y otro desde las 16 horas hasta las 00.00. El resto del tiempo las instalaciones no cuentan con atención al público.

Las dos personas que ahora trabajan en la estación sarriana tienen que encargarse tanto de la atención a los clientes en ventanilla despachando billetes o dando información a la gente, como realizando labores de circulación. En ocasiones puntuales cuentan con la ayuda de una tercer persona, que se dedica casi exclusivamente a ejecutar tareas de mantenimiento de las instalaciones.