Después de tres meses y medio, el circo Olimpia levanta la carpa y hoy tenía previsto emprender rumbo a su nuevo destino. La siguiente parada será Sarria, donde apunta Marco Zefenino, piensan realizar alguna función con la intención de ir ganando algo de dinero y poder ir reponiéndose poco a poco de estos tres meses y medio de cierre obligado. La idea es «hacer un par de pueblos de camino antes de llegar a la costa de Lugo, en concreto a Viveiro», dijo.
El domingo finalizaron las funciones gratuitas dirigidas a los lalinenses en agradecimiento por la ayuda que les prestaron. Marco Zefenino apunta que «tenemos una deuda de por vida». Fue en toda su dilatada vida circense, el sitio en el que pasó más tiempo acampado. «En Navidad en alguna ciudad muy grande tenemos estado un mes y medio que con el tiempo de llegar y acampar y de marcharnos son unos dos meses, pero aquí fueron tres meses y medio», explicaba ayer. Al preguntarle si consiguieron los suficientes fondos para proseguir la gira comenta que «la gente fue dejando algo, y tampoco podemos exigir, porque conseguimos tirar estos tres meses gracias a las ayudas y a la gente y eso se lo agradeceremos siempre».
No notó que en las funciones, los vecinos tuvieran recelos a entrar y ver una función. «Tenemos un aforo de 350 personas y pusimos para 160 o 170 y en las funciones que empezaremos a hacer ahora lo dejaremos en 200», señala. Destaca que «en Lalín la gente ya nos conocía y tomamos muchas medidas de seguridad e higiene. «Los porteros tenían doble protección con mascarilla y pantalla y desinfectábamos en las taquillas, a la entrada y salida», incidió. «Pensamos en todo y los números cómicos en los que había participación del público que salía a la pista, los cambiamos con otros para que la gente participara pero desde sus asientos», contaba Zeferino.
Hoy el Circo Olimpia emprende de nuevo viaje llevándose el cariño de los lalinenses, un afecto mutuo durante meses.