Once años de activismo desde Sarria como única representante de Resistencia Saharaui

Uxía Carrera Fernández
UXÍA CARRERA SARRIA / LA VOZ

SARRIA

Carlos Castro

Uxía Castro continúa vinculada al movimiento siendo uno de los puntos más activos

16 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La Primavera Árabe fue uno de los acontecimientos que transformó la historia contemporánea. Aunque se produjo a más de 3.000 kilómetros de Sarria, Uxía Castro fue testigo de la protesta más importante del pueblo saharaui, que según los historiadores, desencadenó este hito. En el 2010, la sarriana decidió unirse al movimiento Resistencia Saharaui, que se convirtió en referente de esta lucha. Formó parte de un equipo a nivel nacional para cubrir la entrada de dos activistas a un campamento de protesta pacífica en la capital del Sáhara Occidental. «As forzas policiais e o exército marroquí arrasaron o campamento pouco despois», relata la sarriana, y ese fue el detonante de la Primavera Árabe.

Desde entonces, y sin moverse de Sarria, Uxía Castro, que se dedica a la hostelería, está involucrada en la lucha por el pueblo saharaui, siendo actualmente uno de los puntos más activos del movimiento y el único en la comarca. En todo este tiempo, la sarriana no tuvo cargos, porque así funciona la organización, «pero si moita responsabilidade». La activista estuvo centrada en el ámbito de la comunicación y en las traducciones, así que se encargó de coordinar campañas de difusión.

Recientemente dedicó «todo o tempo libre durante uns seis meses» a organizar y visibilizar la Marcha Pola Liberdade do Pobo Saharaui, que recorrió España entre mayo y junio. Trabajó en el secretariado técnico como única representante de Resistencia Saharaui.

Jornadas en Sarria

«Estar ben informado do que ocorre e dar difusión xa é unha forma de activismo», sentencia Uxía. Por eso también intentó acercar la situación del Sáhara a los vecinos de Sarria. Recuerda con especial estima una jornada en la Rúa da Música que organizó en el 2017 con música, una proyección sobre un documental realizado en uno de los campamentos saharauis, una charla e incluso un té. De hecho, Yslem y Lala, dos saharauis, se acercaron hasta Sarria, además de la entonces eurodiputada Lidia Senra. A pesar la única involucrada de Sarria en el movimiento «cando quixen facer algo sempre tiven apoio doutras persoas e colectivos de aquí», cuenta.

Relación con saharauis

En todos estos años de activismo, Uxía Castro llegó no solo a conocer a personas saharauis sino a entablar amistades. Actualmente sabe lo que pasa el algunos de los campamentos porque habla casi a diario con los que residen allí. «A relación con eles é estreita, teño grandes amigos e amigas coas que comparto cousas ademais da militancia», cuenta. Señala que, para defender la causa, tiene que conocer de primera mano lo que está pasando en el Sáhara.

La sarriana todavía no ha podido viajar a los campamentos, aunque «organicei o programa de varios grupos de compañeiros que si o fixeron». Lamenta que no haya podido tener esa experiencia porque «visitar os territorios ocupados é a mellor labor que podemos facer», pero cuenta que es una tarea compleja de conseguir. «En Marrocos saben quen somos cada unha de nós, por iso cada vez que alguén viaxa alí hai moito traballo que facer».

Amigos encarcelados

Como en cualquier movimiento de lucha social, hay luces y sombras. Para la sarriana es reconfortante aportar su grano de arena por el pueblo saharaui, pero también hay momentos impactantes que no olvida: «Recordo o 17 de febreiro de 2011. Eran as tres e pico da mañá e estaba sentada ante o meu ordenador cando rompín desesperadamente a chorar. Tras días de sesión dun xuízo a todas luces ilegal, o activista Elmami Amar relataba as sentencias contra 25 compañeiros saharauis que foron condenados a penas entre os 20 anos de prisión e cadea perpetua». Entre esos nombres había amigos suyos. «Podíanos pasar a calquera dos activistas, pero tivemos a sorte de nacer noutra parte do mundo». Pese a los contratiempos, Uxía Castro, como una digna luchadora, seguirá con el activismo desde Sarria «facendo todo o que poda para axudar» hasta que el pueblo saharaui «poda decidir o seu futuro».