El sarriano Atilano Arias López, que trabaja en una multinacional de EE.UU en Polonia, compite a nivel internacional en esta modalidad que aúna espectáculo y deporte
19 abr 2022 . Actualizado a las 10:39 h.Atilano Arias López es un sarriano que a sus 32 años no solo ocupa una jefatura de relevancia en una multinacional del sector financiero americano, MoneyGram International, de la que es supervisor de la oficina en Varsovia (Polonia), si no que además se puede decir que es el único gallego que se dedica de manera profesional a la lucha wrestling, llegando a ocupar varios meses el primer puesto en el ránking en Polonia.
Su afición al wrestling data del 2003, con 13 años: «Lo veo por primera vez en la televisión por satélite, en la aldea de mis abuelos, de casualidad, ya que era algo totalmente inusual para la época. Y desde entonces me enamoré, y dura hasta la actualidad». Atilano señala que puede ser de los primeros gallegos que diesen el salto a profesional y a participar internacionalmente en este tipo de lucha, aunque como apunta «el primero quizá no porque al final los gallegos estamos en todos los lados posibles».
Para este sarriano, afincado desde hace diez años en Polonia, la lucha wrestling «es un deporte-espectáculo o deporte de entretenimiento que combina ambas disciplinas». Destaca que tiene una parte física indudable, «y de dolor que no se ve», y otra de entretenimiento «similar a una película, serie u obra de teatro».
En su caso, el trabajo de lunes a viernes es en una oficina, aunque incluye viajes por todo el mundo, trabajando para realizar informes sobre crímenes financieros y rastreos de clientes de alto riesgo que puedan estar inmersos en blanqueo de capitales, financiación de grupos terroristas, fraudes, etcétera. Pero los fines de semana ya no es Atilano Arias López y pasa a ser, como explica, «‘Starboy Nano Lopez', un luchador proveniente del sur de Europa que demuestra su carisma y habilidad en el ring con un estilo versátil y procurando que todos los aficionados que hayan pagado una entrada vean ese dinero bien invertido».
Cualidades de un luchador
Una de las cualidades, señala, que debe de tener un luchador de esta disciplina es, además de una excelente condición física, unas dotes de interpretación indispensables. Por ello, para la primera cualidad, en su caso, le dedica al menos cinco horas de entrenamiento físico de lunes a viernes: «Es lo mínimo para estar en condiciones de participar en un evento (espectáculo) con garantías tanto para ti como para tu oponente». Luego, explica, «esta es una disciplina en la que nunca paras de aprender, puedes llevar 20 años entrenando y aprender algo nuevo cada día».
«Mi movimiento preferido y más famosos se llama ‘Last Plane to Spain'»
Para la parte de espectáculo, de papel de «Starboy Nano Lopez», este sarriano deja claro que «normalmente la persona es diferente al personaje que uno tiene en el ring. Por hacer un símil, Stallone no es Rocky o Rambo en la vida real, de igual modo que mi personaje tampoco soy yo». Dentro de esta interpretación, en el ring ofrece movimientos y gestos propios: «Mi movimiento se llama ‘Last Plane to Spain', que sería algo así como ‘El último vuelo a España'. Aparte, llevo la bandera de Galicia y España en mi atuendo, y el llevar «Lopez» en el nombre ayuda a todos los fans a adivinar mi procedencia e identificarse, o no, con él».
Su nivel dentro de esta disciplina es bastante relevante. Ha estado luchando en varias promociones tanto en España, como Italia, Polonia, Alemania y en breve intentará abrir horizontes en Reino Unido y en EE.UU. Ha llegado a estar varios meses el número 1 en el Ránking de la empresa Prime Time Wrestling (PTW) en Polonia. «A nivel más íntimo, cumplí uno de mis sueños en febrero al enfrentarme a Matt Sydal, toda una leyenda del wrestling en EE.UU. y Japón, al que idolatraba cuando era un adolescente, y al cual me medí hace un par de meses», explica.
Y cuando se le pregunta por su futuro deportivo, contestan a la vez Atilano Arias López y «Starboy Nano Lopez»: «A todo el mundo le gusta ser el mejor en lo que hace, y a mí también. Ojalá pudiera ser profesional a tiempo completo, pero tengo claro que es muy difícil vivir de esto, sobre todo en Europa, y tengo mi trabajo estable, así que dejémoslo en un «pasatiempo tomado muy en serio» (risas).