Cruz Roja resiste en Sarria con menos recursos y servicios gracias a las donaciones

Uxía Carrera Fernández
U. CARRERA SARRIA / LA VOZ

SARRIA

Jaime, directivo de Cruz Roja, y Rosa, técnica de la organización en Sarria
Jaime, directivo de Cruz Roja, y Rosa, técnica de la organización en Sarria ALBERTO LÓPEZ

La ONG ya trabaja en actividades para combatir la soledad pese a la falta de 90.000 euros del convenio municipal

13 may 2023 . Actualizado a las 17:37 h.

Cruz Roja empezó su actividad en Sarria en 1895. La ONG más extendida en España atraviesa en los últimos cuatro años una situación complicada en su sede sarriana. La falta de recursos hizo que cancelaran uno de sus talleres más importantes y limitaran su presencia en los actos de la villa. Aun así, su presidente Jaime Capellá, da un mensaje de fuerza porque las ideas de la directiva no cesan: «Estamos pensando en actividades o programas para combatir la soledad». Su sustento son las donaciones de los más de 440 socios.

Cruz Roja es para los vecinos de Sarria un agente de servicios sociales más. Por las mañanas trabaja con grupos de personas mayores y por la tarde con niños. Además, dan clases de español a extranjeros y orientación laboral. En lo material, dan productos de apoyo a los usuarios. La cierta normalidad en la que viven actualmente nada tiene que ver con lo que vivieron en pandemia.

Cuando irrumpió el covid, prestaron atención a domicilio para aspectos tan humanos como facilitar una dispositivo móvil un vecino mayor para que pudiera hablar con sus familiares o los recursos necesarios a los niños para que pudieran seguir las clases de manera telemática.

Todos los servicios que pasaron a ofrecer durante la pandemia se contradecía con la falta de medios que estaban sufriendo. El actual mandato debe a la organización 90.000 euros del convenio que mantenían desde hace años. Con la falta de esa financiación, tras la pandemia tuvieron que dejar de impartir el taller de alzhéimer, que era multitudinario entre los sarrianos.

Atendían a 200 familias y llegaban a recorrer 200 kilómetros por las parroquias del Concello, ya que los recogían en casa con un transporte adaptado. El objetivo era «cuidar a los cuidadores», de manera que atendían a las personas que padecían esta enfermedad por las mañanas y así liberaban a sus familias. «También retrasábamos que tuvieran que ingresar en una residencia», explica Capellá.

Además, hace un año que ya no cuentan con ambulancia propia. Formaba parte de la red oficial del 061, cuando no había ningún vehículo del Sergas disponible, los llamaban a ellos. Pero también era muy costosa de mantener. Por tanto, pasaron a tener menos presencia en actos deportivos o de mayores en Sarria. Al reducir servicios, también tuvieron que reducir personal.

«Si funcionamos desde 1895, ¿cómo no vamos a superar ahora las dificultades?», bromea Capellá. Los socios sostienen la labor social de Cruz Roja, que próximamente puede ampliarse con un programa para combatir la soledad de los mayores. Según el presidente, más del 25 % de la población de Sarria tiene más de 65 años, y mucha vive sola, por lo que quieren estudiar cómo acompañarlos».