El sarriano muerto en Bruselas llevaba cinco meses en el asiento de atrás de un coche en el aeropuerto

LA VOZ SARRIA

SARRIA

José Ramón Arias, sarriano fallecido en Bruselas
José Ramón Arias, sarriano fallecido en Bruselas CEDIDA

Su hermano está en Bélgica y este viernes podrá incinerar su cadáver

15 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La odisea de varios meses de la familia del sarriano que apareció muerto en Bruselas parece llegar a su fin. El cadáver de José Ramón Arias ya está bajo el cargo de su hermano, Ignacio Arias, que se encuentra en Bélgica para incinerar este viernes el cuerpo y poder repatriarlo. Antes de regresar a Sarria podrá conocer finalmente la conclusión de las investigaciones policiales, que según la trasladaron ayer, todavía se estaban cerrando.

Ignacio Arias llegó este martes al aeropuerto en el que encontraron a su hermano el pasado mes de junio en el interior de un coche estacionado en el párking. Unos vigilantes de Charleroi se fijaron en un vehículo cubierto de polvo y, tal y como pudo conocer ahora Arias, en el asiento de atrás estaba el cadáver de su hermano. Desde hace tres meses, el sarriano estuvo peleando para recaudar fondos y poder trasladar a España el cuerpo de su familiar. Hasta hace unas dos semanas, el hombre no tuvo el importe económico ni el visto bueno del Consulado General de España en Bruselas para poder recoger el cadáver. Por un momento, incluso parecía que no iba a poder regresar con las cenizas de su hermano.

«Cando cheguei a Bélxica primeiro dixéronme que a Fiscalía aínda non dera a autorización para levantar o cadáver, por se lle tiñan que facer outra autopsia», relataba ayer. La investigación sobre la muerte de José Ramón Arias, de la que todavía se desconocen las causas, está en sus últimos pasos. El responsable de la funeraria belga que está mediando con la funeraria de Sarria tuvo que dirigirse ayer de urgencia a las autoridades para que permitiesen la incineración del cuerpo. De hecho, el sarriano ya había pagado a la empresa belga por los servicios de cremación. Tras casi un día entero de incertidumbre, ayer dieron el visto bueno.

Ignacio Arias pudo ver el cuerpo de su hermano bajo una sábana cuando lo trasladaron hasta la funeraria para prepararlo para la cremación. «Hoxe poderei incineralo», adelanta. El sarriano por fin pudo conocer la fecha de defunción del hombre. Falleció el 27 de enero, aunque no fue hasta junio cuando él tuvo conocimiento de que lo habían encontrado, cuando le avisó el Consulado. Además de recoger las cenizas, prevé reunirse con la policía belga para que le expliqué las causas del suceso. Arias ya solo piensa en esclarecer lo sucedido y poder dar sepultura a su hermano, lo que tendrá lugar el 23 de septiembre en Sarria. «Teño o voo de volta esta mesma tarde, así que espero poder volver con todo solucionado», declara.

Ayuda de la empresa

Ignacio Arias lleva esperando para desvelar la historia de su hermano casi desde enero, aunque todavía no sabía que había fallecido. José Ramón Arias, de 55 años, se había mudado a Bélgica hace más de un año y trabajaba en una empresa que instalaba alarmas. Estaba divorciado y era padre de dos hijos. Sus últimos contactos con su Sarria natal fueron con su hermano, en el mismo mes de enero.

La noticia de su muerte pilló totalmente por sorpresa a Arias y también supuso un contratiempo económico. Los gastos por incinerar el cuerpo y trasladar las cenizas rondan los 4.000 euros. Buscó ayuda en el Concello de Sarria, que lo que hizo fue encargarse de abrir una cuenta bancaria donde poder reunir los gastos específicos. Después, Arias hizo un llamamiento a los vecinos de Sarria para recaudar fondos, ya que él no podía asumir todo el importe. Con la ayuda de familiares y sarrianos juntó parte del dinero, pero el empujón final lo dio la empresa donde trabaja. Cuando fueron conocedores del caso, decidieron adelantarle el dinero que necesitaba para poder recuperar el cuerpo de su hermano. Ignacio será quien asuma todos los gastos del entierro que celebrará este mes.