La Festa do Cocido do Porco Celta de Sarria tras cuatro años sin celebrarse: la misma esencia, la mejor calidad y muchos más comensales

Paula Álvarez García
P. ÁLVAREZ SARRIA / LA VOZ

SARRIA

El cocido del porco celta arrasó este sábado en la localidad sarriana y llenó el campo da feira con más de 700 personas. Si fuiste, búscate en el álbum

15 feb 2025 . Actualizado a las 21:46 h.

Que la noche anterior a la celebración de la Festa do Cocido do Porco Celta de Sarria hubiese que añadir una mesa más a la lista de comensales ya explica el éxito de este gran encuentro culinario. Una festividad con amplia trayectoria, que se vio paralizada tras la pandemia, pero que arrasó este sábado siguiendo el formato de siempre, como si nada hubiese pasado. Eso si, marcando la diferencia.

El cocido del porco celta destacó en Sarria por la calidad de un producto diferencial, servido en platos y bandejas de barro para que los comensales lo distribuyeran a su gusto. Cientos de recipientes con sopa de cocido y bandejas repletas de verdura, patatas, garbanzos, lacón, chorizo, butelo, cachola y soá se posaron a un ritmo de película sobre las 55 mesas, con 13 comensales cada una de ellas. Y todos los asistentes coincidieron en que «estaba boísimo». De postre triunfó el queso con membrillo, el roscón casero y el café de pucheiro.

El proveedor oficial de la carne, al igual que en ediciones anteriores, fue Cárnicas Teijeiro, empresa que colabora con la cita, asesorada desde la asociación Asoporcel, que también participó en la presentación de la fiesta. Dice el alcalde de Sarria, Claudio Garrido, que el objetivo de la fiesta es poner en valor la gastronomía local y está claro que ayer lo consiguieron. Más de 700 personas se reunieron para degustar un plato típico gallego, pero que en Sarria destaca por la carne de porco celta criado en la comarca.

Pregón y diplomas

Ayer el campo de la feria se llenó con motivo gastronómico. Sin embargo, hubo actos que dejaron un ambiente emotivo. Entre ellos el pregón, a cargo de Rosaura Leis, catedrática y presidenta de la Fundación Española de Nutrición. Rosaura, natural de A Estrada, recordó su infancia entre fogones porque creció en una familia vinculada a la hostelería y destacó las bondades de la carne de porco celta.

Otro de los actos más emotivos fue la entrega del diploma a la «cazoleira» y al «tixoleiro» del año, personas reconocidas, queridas, y que dejaron una fuerte pegada gastronómica en la comarca. Carmen Varela, cocinera del restaurante Mar de Plata, y Alfredo Méndez Rebollal, impulsor del bar y cafetería Rebollal, en Pedrafita do Cebreiro, fueron los escogidos para recibir este galardón. Lo entregó el alcalde y la conselleira de Medio Rural, María José Gómez, pero lo recibieron entre fuertes aplausos de todos los asistentes.

Una festividad con amplia trayectoria que hizo un parón tras la pandemia

Corría el año 2009 cuando se echó a andar la Festa do Cocido do Porco Celta de Sarria. Cinco empresarios del gremio de la hostelería, con el respaldo del Concello, sentaron las bases para la celebración de un certamen que cada año siguió creciendo hasta convertirse en una cita de referencia.

Todos buscaban dar a conocer las posibilidades turísticas de la comarca y optaron por lo que mejor conocen: la gastronomía. El objetivo del Concello, de la Asociación de Hostelería y Turismo do Camiño, organizadores del evento, fue siempre poner en valor el producto local. Hicieron un parón de cuatro años por culpa de la pandemia pero la recuperaron en su máximo esplendor, tal y como habían prometido. Colaboraron también Asporcel, Sangil, Panadería Pallares y Cárnicas Teijeiro, con el patrocinio de la Xunta, la Diputación y el Concello de Sarria.