El demonio quiere seguir tentando en Triacastela

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

TRIACASTELA

óscar cela

Buscan financiación para salvar un mural de «excelente factura» que lleva 9 años pendiente de restaurar

07 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los feligreses de la parroquia de Santalla de Alfoz, en Triacastela, ya se han acostumbrado a la presencia del demonio en las celebraciones religiosas en la iglesia de origen romano. Han tenido 17 años para hacerlo. La figura del maligno tentando a Jesucristo en el desierto salió a la luz en el año 1999, durante las obras de restauración de la iglesia. El hallazgo, que sorprendió en su día a los expertos por la propia iconografía y por la calidad de la pintura mural, obligó a los técnicos de la Xunta a paralizar esta parte de los trabajos, localizados en el ábside del templo y a colgar el cartel de «pinturas pendientes de restauración».

El cartel, al igual que la imagen del diablo, situada en la parte izquierda de la composición, vestido con un hábito marrón, patas de gallo, uñas larguísimas y cuernos, tienta a un Cristo con túnica blanca y la mano derecha alzada, han permanecido en este mismo estado durante 17 años, a la espera de una actuación.

Las hermanas pobres

El párroco de Santalla, Emilio Coego, tiene ahora encima de la mesa una propuesta de intervención para recuperar el mural de una iglesia, situada a poco más de tres kilómetros del Camino de Santiago, en la ruta de las llamadas «hermanas pobres del románico». Este nombre obedece a que, hasta ahora, los fondos para restauración han ido a parar directamente a los templos situados en plena ruta xacobea, mientras pinturas y retablos de otros próximos como los de Santalla, San Salvador y Cancelo, en el mismo con ello, se deterioran, en algún caso de forma irreversible, por el paso del tiempo y la ausencia de actuaciones para evitarlo.

El presupuesto de las obras, según el equipo de titulados en conservación y restauración de bienes culturales María Gabín Merlán (especialista en pintura de caballete y mural) y Tomás Madrid Rodríguez (escultura), que elaboraron el proyecto, asciende a 33.275 euros. Coego se lo presentará en esta misma semana a la alcaldesa de Triacastela, Olga Iglesias ,en el peregrinaje iniciado para buscar financiación para las obras, que lo llevará también ante los responsables de Cultura y Patrimonio de la Xunta.

Los especialistas en conservación y restauración destacan que las pinturas renacentistas de este mural, que en parte todavía permanece oculto debajo de capas de cal, son «de excelente factura».

El Maligno se humaniza

Según figura en la propuesta de intervención de los expertos, «en las representaciones del arte románico el demonio aparece con un aspecto monstruoso y animalizado. Sus tentaciones se ven frustradas debido a una apariencia que repele a la vista». No ocurre lo mismo en el Renacimiento, etapa en la que la figura del maligno se humaniza, «aunque conserva rasgos animales que lo delatan». Es el caso de las pinturas de Santalla, en las que aparece con un hábito de color marrón.

Los autores de la memoria aluden a que «el disfraz que toma el demonio para tentar a Cristo se suele asociar con San Antonio Abad, ermitaño en el desierto y quien además sufrió sus tentaciones». Los especialistas en restauración recuerdan que representaciones similares a la de la iglesia de Triacastela se hallan en la Capilla Sixtina, pintadas por Botticelli y en la obra de Juan de Flandes, pintor de origen flamenco y uno de los máximos representantes del Renacimiento en España.

Los técnicos advierten que la superficie del mural que se conserva y que está a la vista «es escasa en comparación a cómo debió haber sido cuando se pintó». Tienen pruebas de que originariamente, además de en la cabecera, la superficie posiblemente se extendiera por los muros de toda la iglesia.

El templo de Santalla de Alfoz conserva otras pinturas sobre la cal de las paredes en la zona del altar y en otras partes. Los autores de este informe les aplican el calificativo de «pésimas».