Por fin un presupuesto y variaciones en el tráfico: un año de cambios en Vilalba

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS VILALBA / LA VOZ

VILALBA

La reforma de la rúa da Pravia fue una de las principales obras acometidas en Vilalba en los últimos años.
La reforma de la rúa da Pravia fue una de las principales obras acometidas en Vilalba en los últimos años. LAURA LEIRAS

Los nuevos contratos del servicio de ayuda a domicilio y de la recogida de basura marcarán la economía municipal

10 ene 2024 . Actualizado a las 17:21 h.

El 2024 parece llamado a generar cambios en Vilalba. El recién iniciado año supondrá, entre otras consecuencias, que el Concello tendrá unos presupuestos por primera vez desde el 2019. La rúa da Pravia, principal arteria de la capital chairega, tendrá otro sentido de la circulación, aunque esos cambios se vincularán con un plan de tráfico que abarcará más zonas del casco urbano.

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El Concello vilalbés tendrá este año un presupuesto de 13 millones de euros. Será el primero que la corporación apruebe desde el 2019. Ese año, antes de unas históricas elecciones municipales en las que el PP perdió por primera vez la mayoría absoluta y la condición de partido más votado, se aprobaron unas cuentas de casi 12 millones de euros: salieron adelante con los votos favorables del grupo popular, entonces liderado por el alcalde Agustín Baamonde.

En el pasado mandato, con un gobierno de coalición PSOE-Vilalba Aberta primero y de los socialistas en solitario después, no se aprobó ningún presupuesto y se prorrogaron los del 2019. Tras las pasadas elecciones municipales, el PSOE y Vilalba Aberta, convertida ahora en un partido de ámbito municipalista, gobiernan otra vez en coalición, aunque sin mayoría absoluta. El PSOE (cinco concejales) y la antigua marea (tres) necesitan el apoyo del concejal del BNG, que logró de nuevo representación municipal tras haberse quedado fuera en el 2019. El edil del Bloque, Tino Alvite, respaldó la elección de Elba Veleiro como alcaldesa en junio y la de Marta Rouco en octubre, aunque decidió no entrar en el gobierno.

Dos nuevos contratos condicionarán los presupuestos en particular y la economía del Concello en general. Por un lado, se aprobará el nuevo contrato del Servizo de Axuda no Fogar (SAF), que ascenderá a 3,5 millones de euros, de los que la mitad procede de las arcas municipales; por otro, saldrá adelante el de la recogida de basura, con una cuantía de 1,5 millones de euros.

El SAF tiene en Vilalba unos 300 usuarios, unas 170.000 horas de prestación anual y un coste que ronda los 18 euros por hora. La Xunta aporta 12 de esos 18 euros, mientras que el Concello y las personas dadas de alta en el servicio ponen el resto. El incremento del coste del servicio es considerable, como advierte la alcaldesa, Marta Rouco: en el 2019 estaba en 11,65 euros por hora. El servicio se licitará por dos años, con opción de otro de prórroga.

Más contenedores

El pliego de condiciones del nuevo contrato de recogida de basura está listo. El documento dejará atrás un acuerdo firmado cuando las condiciones del servicio eran otras. Desde que entró en vigor, la frecuencia de la recogida aumentó y se compraron más contenedores. Con el contrato que se sacará a concurso, el canon anual pasará de 600.000 a 1,5 millones de euros, con la previsión de seguir actualizando el servicio: se pretende aumentar la recogida e introducir el contenedor marrón para los restos orgánicos.

En los últimos años los trabajadores de Urbaser, empresa concesionaria del servicio, convocaron huelgas varias veces (la última, en el 2023) para reclamar la negociación de nuevos convenios.

TRÁFICO

El cambio de sentido en la rúa da Pravia fue la primera medida anunciada por Vilalba Aberta tras llegar al gobierno local. Con el área de Mobilidade dentro de sus competencias, el teniente de alcalde Modesto Renda desveló su intención de que el tráfico circulase por esa calle hacia el centro y no, como ahora, hacia la salida del casco urbano. Dar facilidad a los vehículos que llegan desde la rotonda de Grandisca, donde confluyen la autovía del Cantábrico (A-8) y la de Ferrol (AG-64), y hasta mantener sintonía con el movimiento natural de los peregrinos del Camino del Norte (que avanzan por la calle Porta de Cima, paralela a la rúa da Pravia) fueron razones aducidas por el edil para ese cambio.

La calle se reformó en el pasado mandato. Se colocó nuevo mobiliario urbano, se renovaron servicios y desapareció el doble sentido de la circulación. Renda explicó este miércoles que el cambio de sentido en el tráfico iría acompañado de otras modificaciones en la zona vieja, en donde se puso en marcha, el año pasado, un programa para organizar actividades culturales en la plaza de Santa María y evitar la presencia de coches aparcados mientras se celebren.