Cada vez son más los estadounidenses de edad avanzada que se endeudan para hacer frente a los créditos que los más jóvenes solicitan para poder pagarse la universidad. Así lo muestra un nuevo estudio de la Oficina de Protección Financiera del Consumidor (CFPB, por sus siglas en inglés) que evidencia que la crisis de la deuda estudiantil está en conflicto con la crisis de jubilación. Así, los más mayores tratan de ayudar a hijos y a nietos y al final, es la tercera edad la que acaba asumiendo la carga que entra en colisión con su propia jubilación. Durante los últimos 10 años, el número de prestatarios de edad avanzada para educación superior se ha cruadriplicado a 2,8 millones de personas y la deuda casi se ha duplicado pasando desde los 12.000 dólares a 23.500.